Al término de su misión diplomática en Bolivia, el embajador de España, Enrique Ojeda, y su esposa, Katty, se despidieron de las numerosas amistades que cultivaron durante un año.
El anfitrión destacó la calidez del pueblo boliviano tal como ocurrió hace 20 años, cuando le tocó cumplir las funciones de Cónsul.
Por su parte, el ministro de Justicia, Héctor Arce, resaltó la labor del emisario español en la consolidación de las relaciones bilaterales y le expresó los mejores deseos en su nueva misión en Chile.