La sociedad doblemente víctima

En todos los países existe un porcentaje de delincuencia. Lo que no puedo entender es que la sociedad es víctima de los actos delincuenciales de este mínimo porcentaje de delincuencia y la misma sociedad tiene que pagar con sus impuestos la mantención de estos delincuentes, cuando son castigados en reclusiones por sus malos actos.

Si definimos delincuencia como todo aquello relacionado con acciones delictivas que van en contra de las normas y leyes que rigen una sociedad, causando daños a la misma sociedad, entonces los delincuentes son personas que cometen delito o varios delitos, es decir que realizan acciones contrarias a lo que establecen la ley y el derecho.

Los órganos judiciales de cada Estado determinan el tipo de pena o el tipo de castigo que se le va a dar al infractor, dependiendo del grado de la transgresión. Esta persona que infringe las normas de cada sociedad tiene derecho a ser juzgada (que puede probar su inocencia), tiene derecho a un abogado que el Estado paga, porque el delincuente nunca tiene plata para su propio abogado, así de simple.

Enmarcado en los derechos universales, como es el derecho a la vida, el derecho a la igualdad, el derecho a la libertad, derecho a la vida privada y a la información, y otros derechos más. Son más de 30 los derechos universales más destacados por “The People’s Movement for Human Rights Educación” PDHRE (Movimiento de los pueblos para la educación en derechos humanos).

Con base en estos preceptos, considero que la sociedad es doblemente víctima:

Primero, la sociedad es víctima de fraudes, asaltos, robos, asesinatos, raptos, etc. Infinidad de normas y leyes tiene cada sociedad de una determinada región.

Segundo, es víctima de elevados impuestos para mantener a estos transgresores de la ley. Además de soportar su delincuencia, tenemos que mantenerlos.

En Bolivia, en 2014 se destinó 53 millones para la mantención de internos en regímenes penitenciarios, siendo un país aún en desarrollo.

En Estados Unidos, un país desarrollado, también la delincuencia está más desarrollada y se gasta 9.750.000 dólares americanos al año.

Chile gastó en 2014 unos 316 mil millones en mantención de sus privados de la libertad.

Para citar como ejemplos a algunos países, lo que nos lleva a un análisis simple, como sociedad nos dañan, los castigamos, para mantenerlos.

Me hace pensar que los derechos universales de la humanidad están un poco mal aplicados; si bien tengo o tenemos derecho a la libertad y a la defensa, también tengo la obligación de subvencionar mi castigo.

Pienso que un delincuente al subvencionar o solventar su gasto en reclusión con trabajos en bien de la sociedad, porque la está dañando, va a ser una persona más fácil de insertar en la sociedad, con mayor responsabilidad y dando mayor valor a lo ajeno.

El autor es Mg. Comercio Internacional y Negocio (Kyung Hee University), Dr. Gestión del Desarrollo y Políticas Públicas (UMSA).

Correo: thepa_07_12@hotmail.com