Casi cuatro centenares de personas murieron en los potentes terremoto y tsunami que golpearon la isla indonesia de Célebes, donde los hospitales no daban abasto para tratar a los heridos. La Agencia de gestión de desastres de Indonesia informó ayer de un balance de al menos 385 muertos y 540 heridos.
“Desplegamos a miles de personas, sobre todo del ejército y de la policía”, informó el portavoz de dicha agencia, Sutopo Purwo Nugroho, y más de 17.000 hombres y mujeres fueron ya evacuados, una cifra que se prevé que aumente.
La mayoría de víctimas se registraron en Palu, una ciudad de 350.000 habitantes en la costa oeste de Célebes, señaló Sutopo Purwo Nugroho, quien reclamó “personal, voluntarios y material especializado”.
Las imágenes de Palu mostraban varios cadáveres cerca del mar, algunos de ellos cubiertos con lonas azules. Los coches destrozados diseminados por la zona reflejaban la violencia con la que la ola, de 1,5 metros de altura, golpeó la localidad.
El sismo afectó fundamentalmente a Palu y a la cercana región de Donggala. “En Palu […] hay edificios, casas, que fueron destruidas”, dijo el portavoz. “Pensamos que decenas o cientos [de víctimas] todavía no han sido encontradas entre los escombros”, añadió.
Muchos esperaban en fila para tener agua potable o comida.