Falleció Carlos López, el de la zurda prodigiosa

Se fue un grande, el de la zurda mágica. El ex jugador de Bolívar, Carlos Ángel López, falleció ayer, a sus 66 años, en un hospital en Jujuy-Argentina. El corazón del otrora ídolo de Bolívar no pudo resistir más y dejó de latir a las 14:30 (hb), luego de soportar un largo período de enfermedad.

La información fue confirmada por el hijo del “zurdo”, Rodrigo López, quien envió un whats app a un grupo de ex futbolistas. “Queridos amigos, lamentablemente mi viejito falleció, fue casi un año de sufrimiento por una enfermedad que él agarró, ya les contaré mejor en otro momento, gracias por todo su apoyo”, escribió Rodrigo.

Ayer la Academia enfrentó a Oriente Petrolero en el estadio Hernando Siles y, como era lo debido, el equipo ingresó al campo de juego sin mucho “ruido” y la hinchada, conociendo del deceso, hizo lo propio, recibió al equipo en silencio. Posteriormente, antes del inicio del partido, se hizo un minuto de silencio.

TRAYECTORIA

López fue “un grande” desde antes de llegar a Bolívar en 1985, al cierre de su carrera a sus 33 años, jugó por seis temporadas y logró cinco campeonatos con la Academia. Antes paseó su futbol por River Plate (1972-73), Estudiantes de La Plata (1975-76), Racing Club (1978-79), Vélez Sarsfield (1980), Sarmiento (1981), Millonarios (1982-83), Boca Juniors (1984) y Bolívar (1985-91).

Jugó con la selección Argentina en 1979 en la Copa América y jugó contra Bolivia, en ese partido, el zurdo, marcó un golazo de tiro libre a los cinco minutos de juego. Años después, en 2016, López dijo en una entrevista para el diario La Nación: “La primera vez que jugué acá con la selección (en Bolivia) fue en la Copa América en 1979, metí un gol a los cinco minutos y para mí era tocar el cielo”.

Entre los recuerdos que vivirán en la memoria de la familia y amigos que conocieron al zurdo está que Diego Armando Maradona era su suplente y no vino a jugar la Copa América en 1979 porque fue a disputar un mundial juvenil a Japón. Otro de los grandes recuerdos de López, era que cierta día, cuando él terminó un entrenamiento, se le acercó un muchacho delgado, bajito y con el pelo rizado y le pidió regalada su camiseta, él se la dio sin preguntarle nada, años después se enteró que ese muchacho era Maradona.

Terminada su carrera como jugador, López se tituló como entrenador profesional y dirigió a varios clubs en Bolivia, puso una escuela de fútbol donde enseñó a niños y jóvenes.