No está en juego la soberanía

El agente chileno ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Claudio Grossman, quien llegó ayer a La Haya para escuchar el fallo sobre la demanda marítima boliviana, aseguró que espera el veredicto con tranquilidad porque no está en juego la soberanía.

“Se ha hecho todo lo que se tenía que hacer (en la defensa chilena) y ahora hay que esperar con tranquilidad (el dictamen), pero verdaderamente estamos tranquilos, porque lo que está en juego no es ni la integridad territorial del país ni su soberanía”, afirmó.

El 24 de abril de 2013, Bolivia denunció a Chile ante la CIJ para que le obligue a negociar, de buena fe, una salida soberana al mar y el fallo de este proceso será revelado mañana, a las 09.00, hora boliviana.

Sin embargo, “no hay ni un milímetro de territorio de Chile que dejará de ser chileno ni hoy ni mañana”, insistió el agente Grossman.

En tanto, el excanciller chileno, Heraldo Muñoz, consideró que el presidente Evo Morales no aceptará el fallo de la CIJ de La Haya sobre la demanda marítima si es desfavorable a Bolivia.

“Morales no aceptará la sentencia si no lo favorece (y) se declarará vencedor en cualquier otro escenario intermedio. (Además) ya expresó con su habitual candor, que si las cosas no salen bien en La Haya, tiene otras alternativas en vista”, afirmó Muñoz, en una entrevista concedida al periódico Mercurio.

El 24 de abril de 2013, Bolivia denunció a Chile ante la CIJ para que le obligue a negociar, de buena fe, una salida soberana al mar sobre la base de los propios compromisos incumplidos por diferentes gobiernos del vecino país y el veredicto de este proceso será revelado mañana.

Muñoz agregó que el fallo influirá de manera fundamental en la repostulación de Morales a la presidencia porque existe una amplia aspiración marítima en todo el arco político boliviano cultivada por décadas.

“Evo ve en la demanda un soporte fundamental de patriotismo para su repostulación, pese al rechazo ciudadano a su nueva candidatura. Sin embargo, también lo nuevo es que, sin renunciar a su aspiración marítima, muchos dicen, como Jaime Paz Zamora, que el país puede vivir sin mar, pero no puede vivir sin democracia”, apuntó.