Alejandro Munizaga M.
Después del reciente Campeonato Mundial de Fútbol, muchos apasionados de este deporte sienten que nuestra realidad futbolística no es de las mejores.
Sin embargo debemos reponernos de este sacudón y dejar todo negativismo denegado, sin dar lugar a que empañen nuestras ideas y el deseo de superación para el fútbol boliviano, porque si algo anda mal es porque todos estamos adormecidos, sin aportar algo al equipo de nuestra preferencia, y nos es más cómodo entrar en la dinámica de la crítica que a nada positivo nos lleva.
Comprendamos que en una sociedad con ansias de victorias deportivas, todas las opiniones cuentan, valen. Tanto las del cuerpo técnico, como de los jugadores y, por supuesto, la de la opinión pública en positivo. Del hincha que apuesta por su equipo.
Porque el fútbol es nuestra pasión, porque el hincha se convierte en técnico cuando su equipo juega. Este deporte no tiene espectadores pasivos. Y los jugadores tienen que estar preparados para controlar sus hormonas dentro la cancha ante toda provocación antideportiva, lo mismo que al escuchar la euforia del hincha que va a los encuentros deportivos preparado con dardos verbales.
Vemos y escuchamos que este deporte genera opinión a diario, hasta es motivo de multiplicación de canchas. Remodelación y modernización del atrio principal del Hernando Siles que no tiene por qué ser excusa para provocar la ausencia de espectadores, ya que extendiendo mangas de ingreso en alguna de las puertas se resolvería esta preocupación si acaso es necesario. Nada debiera ser un obstáculo para avanzar en mejorar nuestro fútbol.
Hasta, de repente, los clubes podrían abrir espacios de sugerencias públicas de sus propios hinchas y que vayan acompañados de algún aporte económico que ayuden a fomentar la solvencia de contrataciones, con la respuesta inmediata de sus directivos para informar mediante boletines informativos sobre esta actividad. Inclusive abriendo los LAID por las redes y compañías en internet. Así nacen las grandes reformas, con ideas que parecen pequeñas y que esperamos alguien las complemente, lo importante es que encontremos el camino para reinventarnos y mejorar el fútbol boliviano.
El autor pertenece al Círculo de Periodistas de La Paz.
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