Villarroel en la historia

El título corresponde al reciente libro escrito por Erick Cárdenas del Castillo, prolífico escritor, ya que este es su libro Nº 20.

Este libro relata la fase en que el Tcnel. Gualberto Villarroel asumió la presidencia de la Junta Militar de Gobierno, en alianza con el Movimiento Nacionalista Revolucionario y relata con detalle su caída por el golpe auspiciado por las fuerzas de la oligarquía minera, los grandes empresarios y terratenientes que veían afectados sus intereses, nacidos con el inicio de la República. Como presidente de la Junta ejerció durante 1943-1944 y con la nueva Constitución de 1945 fue elegido presidente constitucional para un periodo de 6 años, el cual concluyó dramáticamente en 1946, como nos relata con increíble detalle nuestro autor.

En ¿Quien fue Gualberto Villarroel?, Cárdenas nos hace conocer que nuestro personaje era abanderado frecuente en el Colegio Militar y merecedor de significativas condecoraciones internacionales, mostrando talento, siendo aún cadete. También se destacó en la Guerra del Chaco, siendo joven oficial estuvo en diferentes frentes, donde su talento, valor, serenidad e inteligencia le prestigiaron con dotes de liderazgo que lo llevarían luego a la presidencia.

En diciembre de 1943, en alianza con el MNR, Gualberto Villarroel asumió la presidencia del país reemplazando a Enrique Peñaranda. Se formó un gobierno integrado por oficiales de Radepa y el MNR.

Pero esta alianza fue observada por Estados Unidos, que la asoció con Alemania y evitó su reconocimiento por varios países latinoamericanos. El MNR tuvo que dejar el Gabinete para superar este obstáculo, sin embargo impuso la condición de que se convocara a elecciones.

Durante el breve gobierno revolucionario fueron dictadas medidas de carácter social y de beneficio en especial para los trabajadores y clases medias empobrecidas.

Producidas las elecciones, triunfó el binomio Villarroel - Paz Estenssoro; las corrientes políticas conservadoras fueron reagrupándose, las mismas que tenían un origen desde fines del Siglo XIX a las primeras décadas del XX, al ver que sus intereses podían menoscabarse, por lo cual optaron por la dura oposición y la conspiración.

En el capítulo: 21 de julio de 1946, se relata “la arremetida golpista de los universitarios del PIR, el rector de la universidad Mayor de San Andrés, Ormachea Zalles, el comité ‘tripartito’, los partidos conservadores de la “concordancia”, la masonería, la prensa afín a esas fuerzas, que se unen para echar del poder primero al MNR y luego a Villarroel”.

Es ampliamente conocido el final de Villarroel el 21 de julio; “el presidente Villarroel quedó solo en el poder, virtualmente desde el instante de organizar su ministerio integrado por jefes militares. A partir de este hecho, la decisión fue desencadenada sin riesgo ni duda”.

El presidente Villarroel dimitió a las 11 de la mañana y fue victimado en el Palacio de Gobierno a mediodía del 21 de julio de 1946. Había rechazado la posibilidad de fuga para quedar a inmolarse en el holocausto de la redención económica y social de su pueblo. El Presidente ordenó a los militares fieles, que en la hora de riesgo quedaron a su lado, no derramar sangre en defensa suya.

El Presidente, en palacio, estaba en una habitación, donde fue visto por Carlos López Arce. Dispararon contra él a quemarropa y una mano ex profesamente armada le descargó un hachazo, quebrándole el esternón. Luego arrojaron su cuerpo por los balcones a la plaza. Allí se lanzaron otros malhechores sobre el cadáver y hundieron en él cuchillos, navajas y puñales. Manos mujeriles y acicaladas abofetearon el rostro del Presidente. Los malhechores que actuaban en Palacio arrojaron dos cuerpos más por balcones.

Finalmente, los tres cuerpos fueron colgados de faroles en la plaza, imagen que ha quedado en la memoria de miles de bolivianos y que circuló en los medios internacionales.

Por la noche, a pedido de las representaciones diplomáticas, las víctimas fueron descolgadas y llevadas a la morgue.

Un trágico final para un hombre noble que inició el cambio del curso de la Historia nacional.