Tanto en niveles del gobierno como de los empresarios privados, son emitidas declaraciones y formulados propósitos en sentido de apoyar a la producción nacional; se dice, casi pomposamente, que las empresas medianas y pequeñas recibirán los respaldos necesarios para producir y, si es posible, para crecer y convertirse en grandes empresas; pero la realidad -siempre terminante y que señala verdades- muestra resultados que están muy lejanos de las declaraciones y buenos propósitos.
La industria pequeña y mediana o, más propiamente, el productor que se inicia, que hace intentos con mucho esfuerzo a fin de salir de la pobreza, que considera importante su dedicación y voluntad para ganar espacios en la vida nacional, tropieza con dificultades que se traducen, en primer término, en los trámites engorrosos que la burocracia gubernamental se encarga de agrandar y agregarle más condiciones para que el novel empresario pueda surgir; los intereses bancarios y las exigencias de la banca que es preciso cumplir, hacen que el empresario recurra a particulares que si bien le proporcionan el dinero, a la vez comprometen el futuro del empresario emprendedor; los impuestos que debe pagar tan solo en el inicio de trámites y el pensamiento de lo que tendrá que cubrir desde los primeros días de producción.
Los “fantasmas” de la tributación y algunas exigencias aduaneras son frenos que dificultan la instalación empresarial y, finalmente, la carencia de personal calificado para el trabajo que se pretende realizar, son problemas complementarios a los otros que pocos empresarios tienen el coraje de soportar y superarlos; en casos, cuando se trata de gestiones ante la burocracia, “hay que pensar en la posibilidad de gastos extraordinarios que demanda la firma o autorización de algo”; esto, evidentemente, no siempre es corriente y normal porque no todos los empleados de Impuestos o de Aduanas son deshonestos y propensos a recibir ingresos ilegales anexos a sus haberes.
El gobierno, conjuntamente las organizaciones empresariales, debería encontrar los mejores sistemas o métodos para combatir las dificultades que encuentran en su camino pequeños empresarios que recién incursionan en trámites para conseguir que sus emprendimientos sean efectivos y no tengan que tropezar con obstáculos insalvables que, si son denunciados, ellos están obligados a sufrir consecuencias que generalmente terminan en mayores dificultades en los trámites que se realiza.
Es, pues, por estas y otras razones y peligros que la empresa privada requiere de apoyos gubernamentales. De otro modo, resulta muy difícil superar obstáculos ajenos al normal desenvolvimiento empresarial. Sin la mencionada ayuda, los problemas resultan incitaciones para el fracaso y la conclusión de todo trámite y ello implica pérdidas de tiempo y dinero. Los empresarios grandes, medianos o pequeños requieren apoyos serios, amplios y responsables del gobierno; sin ello, será imposible concretar inversiones importantes.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |