Sobre protocolos

En semanas pasadas, se dio el caso triste de la extracción de un riñón sano, por error, a un niño, en la ciudad de Santa Cruz. Y es que en muchos sectores, principalmente los “protocolos” (recetas), deben ser mejorados y en rubros de mucho cuidado se debe tener “triple control” de seguridad.

Así, por ejemplo, en años pasados tuvimos el caso de la aerolínea “LaMia”, donde los protocolos para el control de las líneas aéreas resultaron pésimos (problema de combustible y seguros) en Bolivia, Colombia, Argentina y Brasil. En ese caso, por ejemplo, como un primer control, la “controladora aérea” debería haber revisado si el combustible cargado por el avión era suficiente para realizar el vuelo entre Santa Cruz-Bolivia y Medellín-Colombia (4 horas de vuelo). Como un segundo nivel de control, tal vez una oficina de “Defensa del Consumidor” debería haber realizado el mismo control. Y como tercer control, la línea aérea LaMia, a la semana de realizado cada vuelo, debería haber entregado una “hoja de control” con los sellos respectivos de los aeropuertos utilizados, en sentido de que toda la planificación se cumplió a cabalidad.

Asimismo, en años pasados tuvimos el caso de “Eurochronos”. En este caso pudimos observar cómo los “protocolos”, para evitar poner en las calles a criminales altamente peligrosos, son pésimos. Como un primer control, todos los países -en este caso Brasil- deberían subir los antecedentes de todos sus ciudadanos al internet. Como segundo control, el juez que liberó a Adao Da Silva en cuestión de minutos podría haber revisado en internet los antecedentes de este criminal altamente peligroso y evitar su salida a las calles.

Como tercer control, el actual Código de Procedimiento Penal debe ser reactualizado y así, por ejemplo, ninguna audiencia debería realizarse cuando falta un juez, un fiscal, el acusado, su abogado, el querellando o su abogado y el secretario. Recordemos que en la audiencia de “cesación de detención” de Adao Da Silva faltaron el fiscal y el abogado del querellante. Asimismo el juez no pudo revisar en cuestión de minutos los antecedentes de Adao Da Silva. Como cuarto control, debería establecerse una multa, digamos de 800 bolivianos, para cada ente faltante a las audiencias con o sin justificativo (juez, secretario, fiscal, acusador, abogado del acusador, querellado y abogado del querellado), dinero a ser repartido en la próxima audiencia entre los entes asistentes.

En el caso de la salud, se supone que este sector solo trabaja seis horas por día y no trabaja los sábados, para así lograr tener máxima concentración y máxima dedicación en cada caso médico. Por otro lado, existen los certificados de “incompatibilidad” para asegurarse de que el personal en salud solo trabaje en un lugar por día. Como un primer control, el “anestesista” debería cooperar en el seguimiento de cada caso en el quirófano. Como segundo control, la instrumentadora también debería seguir el caso. Y como tercer control, el cirujano debería analizar muy bien cada caso.

Como conclusión final, solamente en Bolivia, un “Estado en caos”, podemos observar que un avión realice viajes con combustible insuficiente o que un juez ponga en las calles a un criminal altamente peligroso o que un cirujano extraiga un riñón equivocado.

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