Intérprete autodidacta y el amor al charango

Hace 43 años, el destacado charanguista Alfredo Coca lleva la música de su charango por el país y el mundo con gratas melodías que dan a conocer la identidad y cultura de Bolivia, es así que se posesionó como un icono de este instrumento.

Coca descubrió a los 16 años su amor por el charango iniciando como un autodidacta y buscando referentes con el fin de aprender a tocar el instrumento que hasta el día de hoy lo acompaña.

El reconocido artista formó parte de importantes grupos nacionales como Savia Andina, Amaru, Proyección, complementó a Zulma Yugar y una serie de proyectos de gestión de charango que se realizaron desde los años 70.

Posteriormente en los años 90, Coca inició su actividad como solista del instrumento, el año 93 realizó la grabación de su primer disco, hasta la fecha tiene acumulados al menos 10 discos de música nacional, se espera en los próximos días la presentación su nueva discografía (la número 11) de música latinoamericana.

Cada disco muestra, con el charango, los distintos ritmos que tiene el país, su geografía y cultura a través de composiciones del maestro Coca y otras recopilaciones de grandes autores.

A decir del artista, “el charango es un medio de transmisión sentimientos de la cultura del país”.

Por tres años consecutivos, Coca fue presidente de la Sociedad Boliviana del Charango y durante su gestión y por iniciativa propia en octubre del 2009 reunió a más de 1.100 charanguistas para formar parte del libro de Récord Guinness.

Con lo logrado hubo dos connotaciones, por un lado la difusión del instrumento y la música boliviana y por otro lado la parte social donde músicos de diferentes ciudades del país se unieron por vez primera para conformar “La orquesta de los 100 charangos”.

“Ha sido un motivo lindo para unirnos como artistas, compartir la afición con grandes músicos y de diferentes generaciones, convencidos de que el charango puede ser un elemento de fusión cultural”, manifestó.

A decir de Coca, se promueve una ley del charango en la que se fomenta la educación, investigación y la difusión del charango. Uno de los principales intereses de la normativa es demostrar el lugar de origen del instrumento.

Explicó que la influencia de instrumentos europeos llegó a Potosí y Chuquisaca y de cierta manera se apropiaron del instrumento, donde se sacó una diversidad de reconstrucciones y diferentes interpretaciones.

Coca aseguró que a falta de un estudio con pruebas se corre el riesgo de que cada versión pueda ser aceptada, sin embargo, hay quienes conocen la versión científica del origen del instrumento, a decir de Coca, falta darle formato a la información y certificar estos datos.

El reconocido artista aseguró que el charango nace en la época de la Colonia en el departamento de Potosí.

Indicó que los charanguistas del país esperan ansiosos la promulgación de la ley del charango, que durante dos años, músicos, constructores y Gobierno discutieron en mesas de trabajo. La normativa impulsará la educación, fomento y difusión para que pueda revalorizarse el instrumento.

La normativa busca que desde el nivel primario de las unidades educativas se enseñe todo lo concerniente al instrumento porque forma parte de la historia boliviana. Aseguró que a partir que se instaure la ley habrá recursos exclusivos para poder difundir información el instrumento tanto a nivel nacional como internacional.

Un recital dividido en dos partes será el que presentará en su próxima puesta en escena, la primera que resume los 43 años de trayectoria dónde se explotará la riqueza de la geografía del país y se presentará una acuarela de melodías.

En una segunda parte se presentará una combinación del ritmo de Latinoamérica dónde se tocarán melodías emblemáticas de países hermanos como Perú, Argentina, Brasil, Ecuador y Colombia.

El próximo 25 de octubre, el virtuoso del instrumento e impulsor de la orquesta de los 100 charangos registrado en el libro Guinness, deleitará al público paceño con un amplio repertorio que se dará lugar en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez.