Día trágico

Claramente el 1 de octubre será recordado como un día trágico en la Historia Nacional, nuestra demanda ante la CIJ de La Haya tuvo un rotundo fallo negativo, dejando con los rostros demudados a todo el grupo que, en representación nacional, asistió ese día, esperando recibir una respuesta favorable a nuestra solicitud para obligar a Chile a sostener una reunión con Bolivia para resolver el pedido de un acceso soberano al Pacífico.

Ese resultado ya fue pronosticado por varios pensadores nacionales, uno de ellos Carlos Guevara Rodriguez, M.A. en Relaciones Internacionales, quien escribió en un matutino local sobre la posibilidad de que la decisión de la Corte sea adversa (agosto 19).

Frente a ese resultado, la pregunta es: ¿Qué hacer ahora? La respuesta, según numerosos analistas y los representantes de algunas organizaciones nacionales, apunta en dos direcciones: 1) reunir a grupos de intelectuales, ingenieros, especialistas en derecho internacional, para debatir diversas opciones de acción. 2) De manera objetiva y concreta, trabajar para desviar nuestros envíos internacionales por otras rutas, a fin de evitar los puertos chilenos. Esta segunda propuesta, que no excluye a la primera, es planteada por la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, uno de los grupos más afectados e interesados en que este asunto contemple acciones gubernamentales concretas para evitar la asfixia a la economía que significan los permanentes “paros” de las terminales portuarias chilenas, que afectan nuestro comercio internacional. A ello habría que añadir medidas que reduzcan nuestras importaciones de ese país que, claramente, contribuyen a la economía chilena.

¿Cuáles son los posibles puertos alternativos? Se propone tres posibles opciones.

1.- Habilitación plena de Ilo. En julio de 2018 el ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC), Edmer Trujillo, y el titular del Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda de Bolivia, Milton Claros, firmaron un convenio para facilitar el tránsito de carga de exportación por el puerto de Ilo, ubicado en Moquegua, al sur del país. Pero, lamentablemente, desde la firma del convenio inicial entre los presidentes Jaime Paz Zamora y Alberto Fujimori, este convenio no pasa de meros discursos y encuentros protocolares. Necesitamos que este convenio empiece a funcionar.

2.- Salida al Atlántico Norte. El periodista Clovis Díaz de Oropeza, recogiendo las opiniones profesionales de expertos en la materia, actualiza la iniciativa de utilizar la vía del Amazonas, utilizando el cauce río Madera-Amazonas, que son ríos con amplia navegación, para llegar al Atlántico. La otra conexión sería la vinculación fluvio – carretero -ferroviario del sistema de los ríos Mamoré – Madeira –Amazonas - Atlántico, lo cual requeriría comunicar las poblaciones de Guayaramerín (Bolivia) con Porto Velho (Brasil). Esto sería posible mediante obras de canalización en los tramos de presencia de las “cachuelas”.

3.- Al Atlántico Sur. Mediante la hidrovía Paraguay-Paraná. Ruta que tiene firmado el Tratado de la Cuenca del Plata y el Acuerdo de Transporte Paraguay-Paraná. Esta vía cuenta con Puerto Aguirre, un puerto privado localizado en las cercanías de Puerto Quijarro y a 248 Km de la terminal fluvial a construirse próximamente en el Corredor Man Césped, más conocido como Puerto Busch. Enfatiza: “esta infraestructura de transporte deberá ser el principal puerto boliviano destinado a concentrar y movilizar cargas generales de exportación e importación utilizando las ventajas competitivas que tiene el transporte fluvial marítimo”. Adicionalmente esta ruta es una zona de influencia fluvial que comprende Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina.

Para concluir, es URGENTE dejar de llorar o quejarnos por la actitud chilena y enfrentar opciones que rompan la dependencia de acceso al Pacífico por Chile.