Costo de la demagogia

La demanda del 24 de abril de 2013 ante la CIJ por una salida al mar, tuvo apoyo nacional e internacional impecable, ¡claro que sí! Por ello se supuso un fallo favorable para Bolivia, sobre todo cuando la CIJ al declarar su competencia sentenció: “Chile está obligado a dialogar de buena fe, una salida al océano Pacífico con Bolivia”. Pero el 1 de octubre de 2018, cuando el presidente de la CIJ, el somalí Abdulqawi Ahmed Yosef, leyó el fallo, sentenció: “Chile no contrajo la obligación de negociar un acceso soberano al Pacífico”. Bolivia se conmocionó. El gobierno del MAS y Evo Morales nos había vendido” solo humo. ¿Qué paso?

El fallo que costó cerca a los 70 millones de dólares de los bolivianos, al parecer fue “re-direccionado” ¿Por qué?, pues Evo morales incumplió el consenso de no “politizar” el juicio, pues de forma indisimulada esperaba un rédito político alto. Sin certeza, prometió un fallo favorable, sabiendo que a nivel nacional e internacional había molestia por la “politización”. El hartazgo llego cuando se afirmó por varios medios que él “nos devolvería el mar”, como una proeza del “valiente”, la CIJ era secundaria. La politización defenestró ese apoyo nacional e internacional logrado gracias a la contundente vocería comunicacional de Carlos Mesa. Se dijo ¡Evo Morales ya recupero el mar! La politización fue tal, que incluso los magistrados –eximiendo su molestia- permitieron la recurrente asistencia de los afines al MAS a la Corte, lo que inequívocamente era un acto electoral que incomodó a los magistrados de la Corte.

En la 73 sesión de la ONU Evo Morales espetó a Trump (aliado de Putin) su alianza y política de integración de Bolivia con China y Rusia. Su intento de derrocar al “gobierno de Nicolás Maduro (Venezuela) para adueñarse de los recursos naturales de ese país” (25/09/2018). Ahora, dijo, como no puede dar golpes de Estado militares, opta por golpes congresales o judiciales, es decir, nada nuevo dijo. No mencionó ni una palabra sobre el enclaustramiento de Bolivia. Esta actitud poco diplomática indujo a Trump a preguntar a Piñera los antecedentes de Bolivia ¿Por qué no preguntó directamente a Evo Morales?

Se aseguró la “experiencia” del equipo jurídico que nos representó, pero ahora nos percatamos de que el término “soberanía” no calzaba en el juicio, como varios medios, analistas y expertos advirtieron en su oportunidad esta limitante, pero Evo Morales “le metió nomás”. Se supuso que el “éxito” se debía a la valentía de Evo Morales, pero desestimó, por su ego, la ética y profesionalismo de los magistrados de la Corte que técnicamente fueron destrozando uno a uno los alegatos del Estado plurinacional. Lo que se advierte es que el “juicio” siempre fue un objetivo político-electoral para distraer a la fuerza social del 21F, cuando los bolivianos dijimos NO a la re-repostulación de Evo Morales y Álvaro García, lo que los inhabilita como candidatos para 2020. Asimismo, no midió sus acciones políticas y bravuconadas contra Trump. Ahora busca responsables, cuando Evo Morales y su equipo jurídico elaboraron toda la estrategia jurídica, entonces es su responsabilidad. Es más, -sin respeto- en pleno conclave, antes de la lectura del fallo, levanto el puño izquierdo, lo que causó malestar en la Corte. Ahora, llama a los magistrados “subalternos de las Naciones Unidas”. Lo evidente, aunque no se quiera admitir: el costo político de la demagogia fue alto.

El autor es Director del CISEC.