Misceláneas mineras 2

FUNDICIONES Y REGALÍAS

La Ley 535 (28/05/14) o Código de Minería, respecto a la regalía minera, que se paga a tiempo de su venta interna o exportación, indica que se aplicará el 60% de la alícuota respectiva en caso de venta interna, o de exportación de fundiciones. Como la única fundición que funciona a plenitud es la de estaño en Vinto, Oruro, el pago por la regalía es 3% en lugar del 5%, lo que beneficia a los productores y desfavorece a los departamentos en que están ubicadas las minas. Huanuni y Colquiri, las mayores productoras de estaño, resultan favorecidas con esta normativa. En caso de que existieran fundiciones para los principales minerales que exporta el país, las recaudaciones por regalías bajarían en 40%.

PROBLEMÁTICO PROYECTO DE LITO Y POTASIO

Hace más de 10 años (mayo de 2008) se inició el proyecto de elaboración de carbonato de litio (Li2CO3) y cloruro de potasio (KCl) en el salar de Uyuni. Se determinó que el emprendimiento en esta etapa sea enteramente estatal y que las empresas privadas extranjeras intervendrán solo en la etapa de industrialización del Li2CO3 (fabricación de baterías). La elaboración de estos dos compuestos fue postergándose demasiado y, sin explicación alguna, las proyectadas producciones anuales de 30.000 toneladas (tons) de Li2CO3 y 700.000 tons de KCl, fueron reducidas a la mitad.

Recientemente (07/10/18) con una inversión de 188 M$us se inauguró la planta para producir anualmente 350.000 tons de KCl. Lo curioso es que la proyectada producción se alcanzará recién a partir de 2021. Con fines comparativos hacemos notar que la producción de KCl en Chile fue creciendo y en 2012 alcanzó 1.581.200 tons, de las que exportó 1.186.700 tons a muchos países por un valor total de 513 M$us, de los que Brasil representó el 37%. En 2017 Chile produjo 1.900.166 tons. La producción chilena representa apenas el 2% de la mundial.

En cuanto a la producción de Li2CO3, que es más difícil por la insuficiente evaporación en el salar y por la elevada relación de Mg/Li de 19/1 (el magnesio es un elemento que dificulta sobremanera su refinación). Como hice notar varias veces, hasta ahora el pilotaje no ha demostrado fehacientemente que se puede elaborar Li2CO3 grado batería (99,5% de pureza) en escala industrial.

Interesa hacer notar que el en mundo la única operación estatal de elaboración de Li2CO3 es la boliviana. Otras operaciones privadas que empezaron después en varios países ya están en operación. Como lo dije varias veces, esto no es porque el Estado sea mal administrador por sí mismo, sino porque no puede dejar de intervenir políticamente, con decisiones casi siempre reñidas con una administración eficiente.

FRACASO DE LA FUNDICIÓN DE BISMUTO

EN TELAMAYU

Por una coyuntural subida del precio del bismuto (13,80 $us/LF en 2007 que fue bajando hasta 4 $us/LF en los últimos meses), la fundición que operó hasta 1979, fue reacondicionada y reinaugurada en 2008, pero extrañamente (¿por error?) no figura en las empresas dependientes de COMIBOL señaladas en la Ley 535.

Según datos del Ministerio de Minería y Metalurgia, entre 2008 (año de su inauguración) y 2017 la producción de concentrados de bismuto fue de 292 TMF y la exportación de bismuto metálico 354 TMF, vale decir un promedio anual de 35,4 TMF y mensual de 3 TMF que al precio actual de 4 $us/LF (8.818 $us/TMF) significaría un ingreso mensual de 26.454 $us, con el que debería cubrirse la compra de los concentrados y los costos de producción. No cabe duda que esta fundición funciona con elevadas pérdidas y no hay perspectivas de una fuerte elevación de su precio, por lo que puede descartarse la rentabilidad de esta planta.

PÉRDIDAS EN HUANUNI

Por su pésimo manejo, la rentabilidad de esta mina depende enteramente del precio del estaño. Con precios altos tuvo utilidades aún con exceso de personal y de exagerados incrementos salariales. La caída del precio provocó pérdidas que seguramente fueron mayores a las indicadas oficialmente, porque en Comibol se maneja las depreciaciones y los costos financieros a discreción. La construcción del nuevo ingenio de dudosa eficiencia, su mala supervisión, la construcción del nuevo dique de colas y otros servicios deben estar por los 70 M$us. Si este monto se deprecia en 20 años (si existieran reservas para este tiempo), ¿por depreciación se estará cargando anualmente 3,5 M$us y sus costos financieros?

Recientemente (ED 03/10/18) el gerente de la mina informó de un déficit al primer semestre de 2 M$us, por la baja producción (70% de lo proyectado) debido “al robo de mineral y al agotamiento de estructuras en el yacimiento” porque “especialmente en años pasados no han hecho una generación de nuevas reservas, solamente se han abocado a la explotación de lo que ya se tenía”, lo que confirma algo que vengo alertando desde varios años, que no habrá suficiente alimentación al nuevo ingenio que requerirá 3.000 tons/día, cuando ahora difícilmente se alcanza 1.200 tos/día. Resulta inaudito construir un ingenio de gran capacidad, cuando no se tiene certeza de las reservas ni de la adecuada ubicación de los parajes de explotación.

A pesar de que se habría reducido el número de trabajadores de 5.000 a 3.500 (¿se habrá cargado a los costos de operación los beneficios sociales de 1.500 trabajadores?) continúan las pérdidas, que este segundo semestre serían mayores, porque el precio del estaño es menor y la falta de reservas causaría una caída de la ley de cabeza y por tanto, de la producción.

Es urgente realizar una auditoría técnico-económica seria y tomar las medidas correctivas correspondientes, para que Huanuni no arroje pérdidas.