Juego y recreación como práctica de libertad en educación superior

LA LIBERTAD

En un sentido aristotélico, la práctica de nuestra libertad se halla en correspondencia con nuestra búsqueda de la felicidad.

Un acto liberador claro permite aproximarse a la realidad que nos oprime para trascender a la práctica de la libertad. Si la oferta de la libertad se muestra como un ideal sublime sobre el cual hemos construido un imaginario ideológico que requiere de un libertador, restamos el protagonismo del sujeto que busca su libertad.

La libertad, entonces, es un acto consciente, deliberado y profundo, del sujeto y la historia del sujeto, desde un plano existencial que exige un discernimiento complejo y completo. Implica una actitud que nos permite la trascendencia y la realización.

Esa libertad con la que nacemos se alienta, se inspira, se construye, se transforma a través de la educación que puede fortalecerla, nutrirla, expresarla o inmutarla y/o no estar conscientes de ella en nuestra vida y ser funcionales al sistema de las cosas.

El juego y la recreación en educación superior

Actualmente, la Educación Superior está supeditada al enfoque de educación basado en competencias que impulsan la respuesta educativa a las demandas producto de la globalización de la economía, la cultura y el consumo, formando profesionales resilientes, capaces de seguir y resolver los problemas.

El principio competitivo de calidad profesional y la ética de la competencia están presentes en los jóvenes: conseguir buenas habilidades y capacidades técnicas como valor en el mundo académico, profesional y laboral; descuidando la dimensión humana, espiritual y fundamental por la que se buscaría una profesión que, más allá de un ego personal o metas económicas que le distancien o le distingan del colectivo social en forma de privilegio, le permitan aprender para servir para la constitución de un mundo mejor.

Allí, como alternativa mediadora de una educación más integral sensible y conectada con la realidad y la transformación y protagonismo histórico social, personal y colectivo de estudiantes universitarios, emerge la necesidad de estrategias didácticas innovadoras a través del juego y la recreación.

El juego como la manera más natural de aprendizaje, simboliza la expresión humana como manera de acción libre movida por la propia voluntad consciente y trasciende el mundo de lo cotidiano para posibilitar la sumersión introspectiva de cada sujeto.

La recreación como espacio social, individual y colectivo, donde se re-crea la cultura, la sociedad y la historia, conlleva a los sujetos, cuestionar e interpelar el medio en el que se desenvuelven, evaluando y autorregulando su camino hacia la liberación: “(…) crear, recrear y recrearse serán sinónimos de la lucha por conquistar una vida significativa y valiosa, o sea una vida en la que el ser humano halle la felicidad y la consumación en sus aptitudes que transforman la naturaleza y la sociedad. Y la conquista de la felicidad auténtica se dará sólo cuando hombres y mujeres asocien su propia felicidad con las de otros y otras”.

Así se encarna un deseo de libertad en la acción del ser humano a través del cambio relacional: “(…) el cuerpo se transforma tanto en objeto del poder y de resistencia al poder”. Nuestro cuerpo se transforma en espacio de resistencia y, en tanto somos conscientes de nuestra condición de oprimido, empezamos el camino de la acción pedagógica como búsqueda de libertad. En este escenario, el juego y la recreación son:

1.- Mediadores de la liberación: el” despertar” a través de liberar el cuerpo.

2.- Estrategias didácticas que dinamizan el aprendizaje significativo activando, disponiendo, recreando y posibilitando la vivencia lúdica y libre de lo que se aprende desde los objetivos formativos.

3.- Espacio que potencia el autoconocimiento y autorreflexión, la reflexión crítica, la permanente construcción identitaria

4.- Forjadores de la relación con el otro/otra… en amor y solidaridad.

El ser humano está determinado en su existencia por el modo en que actúa, está con otros y abre espacios mientras aviene lo inexorable.

Así, se cambia el enfoque educativo, se cambia el enfoque relacional, se cambia el “modo de inculcación” con metodologías activas y participativas a través del juego y la recreación.

(Extracto de la ponencia presentada en el V Encuentro Latinoamericano de Recreación: Educación y Recreación, un vínculo impostergable, desarrollado en Bogotá-Colombia por Coldeportes y Funlibre).

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