Amor de vinilo
SINOPSIS
Amor de vinilo narra la vida de Duncan, un estricto y sarcástico profesor de análisis de cine y televisión, viviendo con su novia Annie, con quien no ha querido comprometerse por completo, mucho menos formar una familia. El profesor ha vivido obsesionado con una cosa: la vida y leyenda del músico Tucker Crowe, un rockero de culto de principios de la década de los años 90, quien al alcanzar lo más alto de su fama, con miles de seguidores y admiradores, desapareció luego de un concierto en el Pit, un club de Minneapolis, para nunca volver a los escenarios o a la luz pública.
Duncan ha convertido su departamento en un rincón de culto del músico, abandonando su trabajo y dedicándose a mantener una página sobre la música y vida de Crowe. Cuando Annie decide escribir una reseña negativa de un disco de canciones perdidas del músico, la pareja entra en un conflicto que los obliga a separarse. Pero la reseña ha sido leída por el propio Crowe, quien contacta a la chica y empieza una extraña relación con ella.
LAS INFLUENCIAS DEL FILME
Va una lista de elementos que hacen de esta cinta un lienzo donde se juntaron varias influencias y talentos.
• Annie (la hermosa Rose Byrne) es una mujer que está cerca de cumplir 40. Está enfrascada en una monótona relación con Duncan (Chris O’Dowd), un maestro obsesionado con Tucker Crowe, un rockero que desapareció hace años pero que le pone más atención que a ella. Cuando aparece un demo de aquel músico, una reseña hará que la vida de aquellos tres sea replanteada. Nunca es tarde para encontrar lo que siempre haz estado buscando.
• La cinta está basada en la novela del autor de culto Nick Hornby y coprotagoniza Ethan Hawke, dos artistas que se han encargado de educar emocionalmente a los hombres a quienes les han roto el corazón y se han refugiado en el cine para rumiar su dolor.
• La cinta se estrenó en el Festival de Sundance de este año con buenas críticas.
• El director Jesse Peretz la describe así: “Está entre Alta fidelidad y Un gran chico. ‘Una adaptación de una novela de Nick Hornby’ se ha convertido prácticamente en un género cinematográfico en sí mismo, y muy querido. Para cineastas como yo que se sienten atraídos por las comedias, Nick Hornby es el estándar de oro. De hecho, Amor de vinilo lleva los sellos auténticos e irresistibles de Hornby: una intensa obsesión con la cultura popular; personajes modernos, idiosincrásicos y cariñosamente creados; una mezcla de humor y calidez oculta bellamente labrada; y sabiduría sobre la naturaleza de la vida. El hecho de que hubiera algún fanático de la música casi enloquecido en el centro de la historia hizo que me entusiasmara aún más para ver este proyecto en la pantalla.
• Amor de vinilo es otra prueba fehaciente de que nunca es tarde para hacer lo que quieres hacer, ya sea agarrar valor para volverte a enamorar, enmendar tu vida familiar o comenzar una nueva vida en otro país. Claro, siempre tener algo de rock de tu lado lo hace todo mejor.
• Tal vez Amor de vinilo no llega al escalafón de otras comedias románticas intrínsecamente musicales que revitalizaron el género –como 500 días con ella–, pero sí hace algunas aportaciones en la forma y el fondo, pues a final de cuentas, nunca es tarde para reivindicarse y menos cuando las decisiones importantes se acompañan de un buen soundtrack.
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