Claudia, su madre, fue detenida con 40 paquetes de droga. Requería el dinero para el tratamiento de su hijo
La tarde de ayer luego de ser trasladado a su casa en Montero Santa Cruz, falleció Fernando ‘Chumita’, como le decían sus compañeros de escuela, el hijo de Claudia, la boliviana que está detenida en Argentina por traficar drogas para ayudar a su hijo con cáncer terminal.
Según su médico, María Estela Coleoni, del Instituto Oncológico del Oriente Boliviano, el niño habría solicitado el miércoles que lo llevaran a su casa para “morir ahí”. Deseaba con desesperación volver a ver a su madre.
La joven madre llegó a Santa Cruz y pudo reunirse con su niño, tras casi un año de estar separados. Su arribo se dio gracias a que fue excarcelada por un juez de Salta, debido a la condición humanitaria del caso.
El 27 de octubre del 2017, Claudia fue detenida en posesión de 40 paquetes de droga que trasladaba en maletas desde Bolivia hacia Argentina. Forzada por la necesidad, Claudia accedió a trasportar droga hasta Buenos Aires por 500 dólares.
El hijo de Claudia empeoró después de la detención, el cáncer hizo metástasis y llegó a los pulmones y permaneció en terapia intensiva.
Claudia S.E. llegó a Montero (Santa Cruz) para reunirse con Fernando, su niño, quien padecía un cáncer terminal y que no veía a su mamá desde hace casi un año.
El reencuentro fue emotivo y la joven madre encontró a su hijo deteriorado y ya con la enfermedad avanzada, pues en todo el tiempo de no poder verlo y cuidarlo la enfermedad se volvió irreversible, según los médicos que atendían al niño.
En 2017, luego de enterarse que su hijo padecía cáncer en una de sus piernas, Claudia logró contactar con una persona que le ofreció dinero a cambio del traslado de una maleta, sin embargo, luego de cruzar la frontera Bolivia-Argentina con un kilo de cocaína en su equipaje, y embarazada de una niña mujer fue detenida y encarcelada en la prisión de General Güemes en Salta.
El encargo debía ser entregado en Buenos Aires, donde le compensarían con $us 500, dinero que le ayudaría a pagar la quimioterapia de su hijo, a quien quiso salvar la vida en un gesto desesperado de amor maternal.