Ruphay celebra sus 50 años con “El huérfano cósmico”

El emblemático grupo folclórico Ruphay llegó a Bolivia después de 10 años, procedente de Europa, para reencontrarse con su público y presentar el concierto “El huérfano cósmico” este martes 23 y miércoles 24 de octubre, a partir de las 20:00 horas, en el Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez”.

En ambas veladas, los músicos de Ruphay, bajo la dirección de Santiago “Piki” Murillo y Ramiro Calderón, presentarán un ramillete de canciones en variados ritmos que hallarán junto a los instrumentos la fusión perfecta y equilibrada para el deleite del público paceño.

LG: ¿QUÉ PARTICULARIDADES TENDRÁN LOS ESPECTÁCULOS?

P: Bueno, aparte de los dos conciertos que ofreceremos, también está el objetivo de rendir homenaje a Mario Gutiérrez (creador de Ruphay) y festejar los 50 años de fundación del grupo, que nació en octubre del año 1968. Vale la pena aclarar que tanto el nombre del espectáculo, del disco y también del título del libro que Mario Gutiérrez hizo como obra póstuma titulan “El huérfano cósmico”.

Y bajo este título nosotros presentamos toda nuestra historia, de todos los objetivos, de todas las ideas que nos animan también, porque detrás de esta palabra existe toda una manera de pensar y de accionar tanto en la música como en otros ámbitos.

LG: ¿POR QUÉ EL NOMBRE “EL HUÉRFANO CÓSMICO”?

P: Bueno, el concierto, el CD y el título del libro es una trilogía que contiene un mensaje socio político y filosófico donde en su introducción Mario Gutiérrez presenta como una serie de reflexiones sobre la presencia del ser humano en el planeta tierra. Mario le puso “El huérfano cósmico” porque pensaba que el mundo entero es un hombre huérfano debido a que está desligado del sentimiento de la tierra. Incluso hay una conciencia de que el hombre en general sobre produce, exige demasiado a la tierra y la mata, entonces el hombre por querer producir más estropea la tierra.

LG: ¿QUÉ MÁS TENDRÁN ESTOS CONCIERTOS?

R: Tendremos la fortuna de contar como invitada a la señora Luzmila Carpio, con quien incluso hemos producido discos en los años 81 acá en Bolivia. Estará también el señor Lucho Cavour, famoso quenista, hermano de Ernesto Cavour, y desde Quiabaya nos visitarán los Cantus de Quiabaya. Entonces abriremos el espectáculo con gran pompa y poco a poco iremos recorriendo por los grandes éxitos del grupo cronológicamente.

LG: ¿CÓMO ESTÁN LOS ÁNIMOS PARA REENCONTRARSE CON EL PÚBLICO?

P: Huy…estamos muy alegres por este reencuentro después de tantos años, es bueno saber que hay mucha gente que sigue a Ruphay y también estamos felices porque es la primera vez que venimos con 10 músicos (sonríe).

LG: ¿QUIÉNES COMPONEN EL GRUPO?

R: Actualmente somos 10, antes éramos 6 pero la familia va creciendo como hemos incorporado nuevos instrumentos. Los integrantes son Basilio Huarachi, Santiago Murillo, Marco Antonio Peña, Raúl Chacón, Felix Cerezo, Rupprecht Weerth, Hannes Trittler, José Jesús Alanoca y Ángelo Palma.

UN GRITO DE REVOLUCIÓN

El grupo boliviano celebra su 50 aniversario con “un grito de revolución” y “El huérfano cósmico”, un álbum dedicado a la vida y obra del fundador de Ruphay, Mario Gutiérrez.

“Este grito encierra la dedicación de Mario por la preservación de los valores casi olvidados de la comunidad de los pueblos indígenas de América de Sur, quechua y aymara. Este material está compuesto por 12 temas finamente seleccionados para representar la armonía entre los seres humanos, la fauna y la flora”, afirma “Piki” Murillo.

“Para nosotros, este trabajo realizado durante medio siglo, considerando la tradición musical milenaria heredada, debe proseguir con una nueva etapa y ese es nuestro compromiso formal. Para nosotros tiene trascendencia abrir puertas a las nuevas generaciones que lleguen a seguir el camino con la sencillez, sensibilidad y sentimiento del ser andino para integrar la familia y así perennizar el Ruphay”, enfatizó Ramiro Calderón.

LG: ¿QUÉ SIGNIFICA FESTEJAR 50 AÑOS DE TRAYECTORIA?

P: Pensamos que es toda una trayectoria histórica de la música boliviana porque el grupo Ruphay en sus primeros discos tenía algunos trazos de influencia de la música argentina, es decir, había la polifonía, la primera voz, la segunda, la tercera, y tocábamos cuecas. Era más música criolla y el tiempo fue pasando y yendo a Europa hubo un cambio. Los europeos siempre estuvieron más atraídos por la verdadera cultura, la música autóctona y tomando en cuenta que esto es el fundamento de nuestra personalidad boliviana, nosotros dijimos que si hay algo específico que nos diferencia del mundo es esta herencia ancestral. Cuando uno vive en el extranjero y presenta sobre todo arte, se encuentra con que lo que más interesa es lo que no tienen ellos (los europeos).

MARIO GUTIÉRREZ

“Un poeta enamorado”

Hace 50 años, Mario Gutiérrez, compositor e instrumentista, fundó en la ciudad de La Paz el grupo Ruphay, palabra en quechua que significa “Calor del sol”. El fallecimiento en otoño de 1994 de Gutiérrez constituyó la pérdida de un inmenso valor de la música boliviana. “Mario era un poeta enamorado, un trabajador infatigable que siempre estaba componiendo en las giras, siempre queriendo llegar a lo más profundo del mundo telúrico”, rememoran “Piki” Murillo y Ramiro Calderón, integrantes de la agrupación nacional.

Los músicos recuerdan que el deseo de Mario era “que el hombre cambie su manera de pensar y llegue a entender que somos polvo de estrellas vibrando juntos en el sonido universal”.

El principal aporte de Ruphay en este medio siglo de trabajo, según Calderón, fue mantener la originalidad y una cierta fidelidad relacionada con el arte musical. “Debemos señalar algo importante, nosotros no somos un grupo comercial, somos un grupo auténticamente cultural”, resalta “Piki”.

A lo largo de su medio siglo de carrera artística, los Ruphay lanzaron al mercado 22 trabajos discográficos, con un 80% de composiciones. Dentro de sus mayores éxitos están “Jacha Uru”, “Janiu Waliquiti”, y “Kusisiri”, entre otros

“PIKI” MURILLO

“Ruphay marcó mi vida”

Santiago “Piki” Murillo afirma con mucha satisfacción que Ruphay marcó su vida.

“Yo ingresé después al grupo. Tuve la suerte de acogerlos cuando ellos llegaron a Europa. Ellos viajaron en 1973 y yo fui el 74 a estudiar teatro escénico y me enteré que los Ruphay estaban en París y fui a encontrarlos. Fue algo maravilloso, puesto que pudimos amalgamar nuestros intereses tanto teatrales como musicales. Del grupo Rupahy, yo siempre admiré su actividad, incluso cuando vivía aquí en Bolivia en 1968. La verdad es que podría asegurar que Rupahy marcó mi vida. El único recuerdo que me llevé de Bolivia (a Europa) fue la música del grupo y en la primera oportunidad que tuve, sin dudar me integré a ellos”, recuerda “Piki”.

RAMIRO CALDERÓN

Carlos Ramiro Calderón Velarde incursionó en la música a partir de los 12 años, empezando así una notable carrera artística. “Yo ingresé en 1977 aproximadamente a Ruphay. Tuve la suerte de trabajar con Ernesto Cavour, tenía un contrato en Francia, yo era amigo de Mario (Gutiérrez) y él me dijo: Tienes que entrar a los Ruphay (sonríe) y es así como ingresé y hasta la fecha sigo trabajando”, rememoró.

Calderón destacó el incansable trabajo de Ruphay. “A medida que los años pasaron, el grupo evolucionó musicalmente en la búsqueda de nuevas composiciones”, dijo.