Vecinos perjudicados

Vecinos de la zona de Achumani manifestaron ayer su preocupación por el intempestivo corte del suministro de agua potable. Según señalaron en contacto con EL DIARIO, la presión del líquido elemento disminuyó, ante lo cual los afectados estuvieron imposibilitados de acumular la necesaria provisión de agua para atender sus necesidades diarias.

Al respecto, EL DIARIO hizo la consulta de rigor al gerente de Operaciones de Epsas, Iván Sarmiento, quien sostuvo que el servicio de emergencias no recibió ningún reclamo ante posibles eventualidades.

“Probablemente se debe a un caso puntual, pero el servicio de emergencias no registró ayer reclamos de ninguna naturaleza por lo que el suministro a la zona Sur se ha mantenido con normalidad”, manifestó.

INSTRUMENTO DE VENGANZA

El infanticidio es un horrendo crimen que corroe a la sociedad y en Bolivia cada vez se presenta con mayor frecuencia.

Muchos infanticidios se cometieron por la extrema carencia económica, que obliga a los padres a tomar la decisión de matar a sus hijos al no poder alimentarlos, vestirlos o cuidarlos.

Asimismo, es infanticida aquél que viola, secuestra y mata a un niño que no pertenece a su entorno familiar, pero también lo es el propio padre o madre que comete el aberrante delito para cobrar venganza de su pareja.

Según la psicóloga Rosario Larrea, los progenitores que deciden asesinar a sus hijos solo pretenden destruir al otro (su pareja).

Esta conducta es motivada por lo emocional y con ella “se busca generar dolor al otro, porque me ha dejado, me ha engañado; es como la forma de matar y destruir al otro en la mente, al momento de cometer la acción, esa proyección realizada en contra del otro, se aplica a los hijos”, explicó la profesional.

Luego de cometer el infanticidio el padre o la madre recupera el raciocinio y al no poder enfrentar el hecho, opta por suicidarse, en la mayoría de los casos.