Infanticidio, el delito aberrante

El pasado 16 de agosto, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) se constituyó en el Hospital del Niño, donde constató que un menor de dos años fue víctima de violencia intrafamiliar y doméstica, en la zona Cotahuma, por parte del enamorado de la progenitora.

El menor de dos años habría sido golpeado por la pareja de su madre, Elena Mamani, ocasionándole 15 días de impedimento de acuerdo al informe médico forense; el agresor Crispín Torrez fue posteriormente detenido, como responsable del delito de tentativa de infanticidio.

De acuerdo con datos de la Felcv, a nivel nacional se registraron 23 casos de infanticidio y tres en calidad de tentativa, hasta septiembre de la presente gestión, siendo los más sobresalientes, los dos casos de muerte de menores con posterior suicidio de las progenitoras.

En la ciudad de El Alto, así como en Cochabamba en la presente gestión se dieron a conocer dos hechos, en que las madres de niños menores en “venganza” a sus parejas, quienes decidieron alejarse del núcleo familiar, provocaron el envenenamiento a sus hijos y la muerte de los mismos, para luego cometer el delito de suicidio.

En uno de los casos más bullados, la madre fue internada de forma inmediata y luego de salvar su vida, fue remitida al penal de mujeres por la comisión de infanticidio.

Mientras que en El Alto se conoció de dos casos, en los que padres de familia, uno de ellos identificado como Hernán Torres de 38 años, luego de discutir con su esposa por motivos de celos, cometió infanticidio, para luego suicidarse.

Este tipo de hechos son denominados “actos de venganza en contra de la pareja”, ante la ruptura sentimental, aspecto que convierte a los progenitores en una “amenaza”, por pretender utilizar la vida de los hijos para dañar al otro, según explicó a EL DIARIO, la psicóloga Rosario Larrea.

Su colega, Margarett Hurtado, dio a conocer que psicológicamente, los hombres que asesinan a sus concubinas, esposas, enamoradas o niños, tienen trastorno de personalidad, son narcisistas, se creen omnipotentes y no podrían ser tratados psicológicamente porque se catalogan entre los asesinos seriales.

Se trata de dos elementos, por un lado existen rasgos de personalidad y limítrofes, siendo una persona narcisistas definidos por factores preponderante en el ámbito social y emocional.

“Estos hombres fueron educados en un ambiente machista donde no tienen ningún límite y les hacen creer que ellos tienen derecho a todo, sólo por ser hombres y que las mujeres son quienes deben servirles, detestan al sexo femenino, las cosifican, las tratan como cosas, despreciándolas, por lo tanto las usan y las desechan cuando ven por conveniente”, describe la psicóloga.

Hurtado establece que este tipo de hombres no conocen de límites, aluden responsabilidades y presentan conductas agresivas.

Mientras que la especialista Larrea aseguró que en muchos de los casos la pareja prima más las emociones personales, antes que la estabilidad y defensa de sus derechos de los hijos e hijas.

“Es que se tienen una alta dependencia emocional amarrada hacia la pareja, por lo tanto, va a enceguecer todos los niveles de razonamiento y procederá a eliminar a ese fruto o los frutos que han sido supuestamente engendrados por amor, pero que en el momento son destruidos, es la manera de buscar devastar al otro de forma simbólica”, explicó.