Luis Asturizaga Salmón
La noble, augusta y valerosa ciudad de La Paz fue fundada por orden del rey de España, inicialmente en la localidad de Laja, en pleno altiplano paceño, en vista de que se pensaba que este lugar era propicio para la vida humana y que tenía una extensión considerable, donde se tenía previsto el asentamiento de una población digna de la influencia del entonces poder español.
Sin embargo, después de que la nueva población ya estaba asentada en este lugar, se constató que esta tierra carecía de los principales elementos para la vida humana, como agua y otros. Y se dispuso por órdenes superiores el traslado a otro sitio que reuniese condiciones más ventajosas para la fundación de una ciudad predestinada a convertirse con el correr del tiempo en una de las más importantes de la América morena. Es así que los conquistadores ibéricos hicieron el traslado al valle de Chuquiago Marka.
Entre sus atractivos, nuestra ciudad cuenta con el nevado Illimani, coloso natural y guardián de esta bendita tierra. Recordemos que a la hermosa ciudad de La Paz se le otorgó muy merecidamente el título de “Ciudad Maravilla”, que ostenta con orgullo.
Al celebrar con unción patriótica un nuevo aniversario de fundación de la ciudad de La Paz, hacemos llegar un saludo cariñoso y sincero a todos los estantes habitantes de la urbe paceña.
El autor es miembro de la Sociedad Bolivariana de Bolivia, socio del Centro Cívico y Cultural “20 de octubre” y del Club Social “16 de Julio”.
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