PEDIATRÍA
Marta Vásquez
Algunos bebés comienzan a andar sin antes haber aprendido a gatear. Sin embargo, la etapa del gateo es importante para el desarrollo psicomotor del niño. Según la Organización Mundial de la Salud, “gatear es uno de los seis hitos motores fundamentales para aprender a caminar”.
Para empezar el gateo, el bebé necesita aprender a coordinar y apoyar sus cuatro extremidades. Esta tarea exige que el pequeño fortalezca los músculos de brazos y piernas, así como sus abdominales, para soportar el peso de su cuerpecito. Estos son algunos juegos y ejercicios que le podrán ayudar:
1 UN JUGUETE COLGANTE PARA EL BEBÉ QUE GATEA
Este juego ayuda al bebé a ejercitar sus extremidades superiores y los músculos abdominales. Mientras el niño está tumbado sobre su vientre, se sujeta un juguete en alto frente a él, a una distancia de unos 20 o 25 centímetros. El pequeño intentará alcanzarlo con su mano y aprenderá así sus primeras nociones de equilibrio.
Se puede hacer el juego un poco más difícil y elevar el objeto para que tenga que alargar aún más el brazo para cogerlo.
2. UN POCO DE AYUDA DIVERTIDA PARA EL NIÑO
El primer paso antes de gatear es fortalecer las piernas del bebé y aprender a desplazarse. Sin embargo, es probable que sus primeros intentos sean algo frustrantes y que se desplace hacia atrás, en vez de hacia el frente.
El pequeño aún no sabe cómo flexionar bien sus rodillas. Para ayudarle, se puede presionar suave con la palma de las manos las plantas de sus pies cuando trate de reptar. Esto le servirá de punto de apoyo y el niño conseguirá avanzar hacia adelante. El impulso hasta facilitará que levante un poco el tronco y se ponga por fin a cuatro patas.
3. ¡ARRIBA LA BARRIGA!
Lo que más cuesta al bebé que aprende a gatear es levantar la barriga del suelo. Antes de que lo consiga por sí mismo, se le puede acostumbrar a esta posición con un poco de ayuda.
Un ejercicio que le divertirá consiste en sentarse en el suelo con las piernas estiradas y colocar al niño de forma transversal sobre los muslos. Su barriga debe quedar encima de ellos, y sus rodillas, en el suelo.
Con suaves movimientos de los muslos arriba y abajo, el pequeño podrá experimentar cuál será la posición del tórax durante el gateo.
4. UNA BANDA DE TELA
Otra opción para los más perezosos es tumbarles boca abajo en el suelo y pasar alrededor de su tórax una banda de tela a modo de cinturón.
El juego consiste en levantar al bebé tirando de ambos lados de la banda, hasta que solo toque el suelo con las manos y rodillas.
5. SALTO DE OBSTÁCULOS PARA PRACTICAR EL GATEO
Saltar obstáculos es uno de los juegos más entretenidos y le ayudará a perfeccionar la psicomotricidad y el equilibrio, además de a orientarse en el espacio.
Con ayuda de cojines, o con las piernas del adulto colocadas abiertas a su paso, se traza un pequeño circuito para que el bebé supere obstáculos mientras gatea.
Al otro lado se pueden poner juguetes u objetos interesantes para el pequeño, con el fin de estimular su gateo hasta la otra parte.
6. JUGAR A SUBIR CUESTAS CON EL NIÑO
¡Más difícil todavía! Se trata de conseguir que el pequeño aprenda a desplazarse sobre un plano inclinado. Con un tablón de madera y unos cojines se puede montar una pequeña rampa.
La “cuesta” tiene que tener poca altura y el niño debe estar siempre vigilado mientras que sube o baja por ella.
7. ARRIBA Y ABAJO
Uno de los peligros que acechan al bebé que ya gatea es que puede trepar a superficies más elevadas y a veces no sabe bien cómo bajar de ellas. Para que aprenda la forma adecuada (siempre de espaldas para no darse de bruces en el suelo), se puede colocar un obstáculo de poca altura para que suba a él. Sirve una maleta ancha o un cojín grande.
Cuando intente bajar con la cabeza por delante, hay que darle la vuelta para que comprenda que ese es el mejor camino. Para que este ejercicio sea efectivo, es necesario que sea muy repetitivo.
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