Publicidad

    



[Ignacio Vera]

La espada en la palabra

No es la sigla, es el candidato


La política, finalmente, y especialmente la latinoamericana, es así. Y si bien es innegable que en ciertas circunstancias históricas (de progreso la mayoría) son las doctrinas y las ideas más abstractas -que seducen las mentes de los militantes leídos y estudiosos- las que valen más que nada, no es menos cierto que en otros escenarios (de crisis los más) lo más importante está en un aspecto de practicismo o, dicho de otra forma, de realpolitik..

Carlos Mesa ha lanzado su candidatura en uno de estos escenarios difíciles mencionados en el párrafo anterior.

A lo largo de mi carrera de escritor, siempre reprobé la carencia de teorética y de doctrina sesuda en los partidos políticos y en la arena política en sí misma, pero la verdad es que la coyuntura de hoy no permite que se pueda pensar en la ideación de propuestas profundas -hablando en términos teóricos y conceptuales- en lo referido a la educación, la economía y las relaciones internacionales, pues esto requiere tiempo y, sobre todo, paz. No se puede pensar, no todavía, en la edificación de un proyecto de largo alcance como pensaron los políticos de los grandes paradigmas de Estado como el conservador, el liberal y el nacionalista revolucionario. Eso corresponderá al subsiguiente gobierno (si es que es visionario), pues no se vive tiempos de calma en los que se puedan poner en tela de juicio las ideas más profundas referidas a las ciencias políticas y al Derecho público. Se está en un contexto en el que solamente se tiene un objetivo primordial: la salvación del espíritu democrático nacional.

Esta tarea es gigantesca y quizá más difícil de ejecutar que la misma resolución de las controversias de orden público material y social, pues tiene que ver con la moral, con el espíritu y con la consciencia. Cambiar la moral pública y modelar una nueva cultura política y urbana, he ahí el objetivo.

Carlos Mesa se ha comprometido a llevar adelante un proyecto de ciudadanos con un importante componente juvenil, un proyecto descentralizado y democrático. Pero ¿qué es un gobierno de ciudadanos? Es un gobierno en el que se excluye las pertinacias ideológicas verticalistas e incluso las estructuras partidistas, con el fin de atender al punto las demandas de la población, demandas que, en el caso actual, están relacionadas con el restablecimiento del Estado de Derecho, la tarea más urgente y acaso la única en el corto y mediano plazo.

Quiero decir categóricamente, si es que en mis primeros párrafos no lo he dado a entender con claridad, que nunca estaré reñido con la ideologización de la política, que nunca despreciaré el campo de las ideas para que éste pueda conjugar con el de la acción, pero lo que no puedo negar es que esta coyuntura demanda un practicismo que excluya toda teoría rimbombante.

Después de haber escuchado el abrumador silencio de los políticos opositores, he decidido unirme a este proyecto por una razón: creo firmemente en que restableciendo la democracia, las más urgentes necesidades de los bolivianos se irán satisfaciendo como por añadidura; en otros términos, restableciendo el Estado de Derecho iremos viendo cómo las demás cosas referidas a la salud, la justicia y la educación van entrando en orden por sí solas, como haciéndose una analogía con la enseñanza bíblica.

Mi compromiso no es con el FRI (a pesar de que oficialmente, desde el 11 de octubre, soy parte de esa estructura), porque no soy de izquierda ni mucho menos de una izquierda que tenga el mote de revolucionaria; mi compromiso es con el proyecto ciudadano con el que se comprometió Mesa, ése cuya base es la ciudadanía con sus necesidades más básicas, que están referidas, como ya se dijo, a la restitución democrática en el más amplio sentido.

Podría ser cualquier sigla -decir esto no es desfachatez-, y es que en verdad lo que significan las letras FRI ahora importa poco. Lo que de verdad importa hoy es hallar quién pueda, con nosotros, ciudadanos, capitanear la nave del Estado.

El autor es licenciado en Ciencias Políticas.

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (711 Kb)      |       PDF (368 Kb)



Caricatura


Sociales

"Birthday painting 55" de Keiko Gonzales

KEIKO GONZALES, MARTA Y KURT KOENIGSFEST.

Totto está de aniversario

MARIANA CABALLERO, MARIANA DELGADILLO, ANA MARÍA SUÁREZ, TITO DELGADILLO Y CECILIA PARADA.


Publicidad