Una vez más quedó claro que en el fútbol los resultados son los que mandan, pues ayer oficialmente se conoció que el brasileño Cleibson Ferreira dejó de ser técnico de Destroyers y en su reemplazo fue “convocado” Oscar Ramírez, quien se hace cargo del equipo en medio de críticas en contra de los jugadores, a quienes los directivos advirtieron que no tolerarán camarillas en el grupo.
“Estábamos esperando esta oportunidad, hace tiempo buscaba ese espacio por la capacidad de trabajo que uno tiene. Deseaba hacerme cargo de un plantel, estoy agradecido con la gente de Destroyers. Conozco lo que tiene el elenco, tiene un buen plantel, hay que hacer nuestro trabajo y comenzar a pensar en el siguiente encuentro”, aseveró el nuevo entrenador, en contacto con medios cruceños.
Ramírez, que nació en Santa Cruz hace 51 años y que anteriormente dirigió Blooming y Guabirá, fue presentado como entrenador por Robert Blanco, quien en la víspera se contactó con los medios de comunicación de Santa Cruz, donde reiteró que cortarán de raíz “la camarilla que hay en el plantel, porque no es posible que después de perder un partido un grupo de jugadores esté lamentándose y otro se ría”.
Los canarios se ub ican en el puesto 10, con 19 puntos. La apuesta de la dirigencia es escalar peldaños, buscando alejarse de los últimos puestos en la tabla acumulada de la temporada 2018, donde por el momento no están comprometidos con el descenso pero fueron bajando lugares y ello también les preocupa.
“Hay que ponerle el pecho a las balas y mirar de aquí para adelante. Lastimosamente se va un buen profesional, porque uno vio su trabajo, su dedicación en los entrenamientos, pero los jugadores no rindieron. Se observó que tienen otra actitud, hable públicamente que hay jugadores desleales y no se les puede sacar por los contratos, pero sí se los puede enviar a la reserva”, apuntó Blanco.
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