Ginebra.- Unos 2.300 niños que viajan con la caravana de inmigrantes centroamericanos y que se encuentran en el sur de México necesitan protección y acceso a servicios esenciales, según alertó ayer Unicef.
“El largo y difícil viaje ha expuesto a los niños a las inclemencias del tiempo, incluyendo peligrosas altas temperaturas, con un acceso limitado al refugio. Algunos ya están enfermos o sufren deshidratación”, según expuso en rueda de prensa Marixie Mercado, portavoz de Unicef.
La portavoz especificó que muchos de los niños y sus familias están huyendo de la violencia de las pandillas, especialmente de género, extorsión, pobreza y acceso limitado a educación de calidad y servicios sociales en sus países de origen.