Las familias bolivianas, apegadas a las costumbres y tradiciones, se aprestan a reeditar la celebración de Todos Santos para recordar a sus difuntos, aunque este año muchos de los productos que se emplean para la elaboración de las masitas y el armado de las mesas subieron de precio.
Según explicaciones, el año pasado armar una “mesa” costaba entre 1.000 a 1.500 bolivianos, ahora se incrementó a 2.000, dependiendo de la cantidad y calidad de los mazapanes y todo cuanto debe de tener la celebración.
En un recorrido de EL DIARIO, se pudo establecer que el costo de una mesa para este año subió en más del 25 %.