I
Oscar Espinosa García
El presidente Evo Morales ha sembrado elefantes blancos de todo tamaño a lo largo y ancho del país. Tenemos elefantitos como canchas de fútbol, coliseos, estadios, otros medianos como el ingenio azucarero de San Buenaventura, los aeropuertos y otros grandes como las plantas de separación de líquidos y licuefacción de gas natural (en conjunto las tres) siendo los más grandes la planta de urea y amoniaco de Bulo Bulo y el teleférico o la red de teleféricos que se está construyendo en las ciudades de La Paz y El Alto.
Ambos proyectos han significado para el país 1.000 millones de $US o más. La planta de urea ha costado 953 millones de $US, más la inversión que se está haciendo para construir el ferrocarril desde Bulo Bulo hasta Montero, para transportar la urea hasta los mercados del Brasil, la inversión que representa este proyecto sobrepasa los 1.000 millones de $US. La planta de urea es un proyecto que ya se tenía pensado y que iba a ser ubicado en Puerto Suárez. El hecho de haber sido ubicado en el Chapare, le ha quitado factibilidad económica y convertido en un elefante blanco. Algo se podrá recuperar si se la traslada a Puerto Suárez y de esta manera darle un uso, si es que se dispone de suficientes cantidades de gas natural. Podemos considerar a esta planta como la reina de los elefantes blancos.
Pero según mi opinión, el rey de los elefantes blancos es el teleférico, que se ha construido sin ningún sustento técnico ni económico. No se sabe a cuánto llegará la inversión cuando se termine de construir la red de teleféricos, ya se habla de 1.000 millones de $US. Esta inversión nunca se podrá recuperar y se sabe que el teleférico no cubre sus costos de operación y tampoco podrá cubrirlos en el futuro.
Con tamaña inversión deberíamos tener en las ciudades de La Paz y El Alto un sistema de transporte público moderno y masivo, que satisfaga la demanda de transporte que se tiene en las dos ciudades y provea un buen servicio. Pero la población sigue dependiendo del tradicional sistema de transporte público, compuesto por unidades pequeñas y que ofrece un pésimo servicio.
Las tres primeras líneas de teleférico que fueron construidas (roja, amarilla y verde) transportaron 75 millones de pasajeros (según lo que reportó la empresa Mi Teleférico) en tres años, en su mayor parte por las líneas roja y amarilla, lo que equivale a 40 días de la demanda de transportes que se produce en las ciudades de La Paz y El Alto. Las líneas que se construyó posteriormente: azul, naranja, blanca y celeste, muestran muy pocos pasajeros transportados y muchas cabinas vacías. Ninguna de ellas puede competir con el transporte automotor, por ejemplo para un pasajero de Irpavi que tiene su destino cerca de la calle Bueno, ir en teleférico le costaría 7 Bs, 2 Bs para ir en trufi o minibús hasta la estación del teleférico y 5 Bs para llegar en las líneas verde y celeste hasta la estación de la calle Bueno. Ese mismo pasajero puede ir hasta la calle Bueno en PumaKatari con 2,50 Bs, en minibús con 2,60 Bs o en trufi con 3,50 Bs, con la ventaja de que puede tomar estos modos de transporte cerca de su domicilio. Según mis mediciones, en el trufi se tarda menos, se tarda lo mismo en el bus PumaKatari y en el minibús se tarda más. En la estación de la calle Bueno se observa todos los días llegar y partir cabinas vacías o con uno o dos pasajeros.
La línea celeste ha contaminado el paisaje de la Avenida del Poeta, introduciendo en ella un elemento extraño. Lo mismo sucede con la línea blanca que ha deshecho las plazas Villarroel y San Martin y contaminado la avenida Busch. Cómo estarán renegando los miraflorinos que se opusieron a la construcción de esta línea y ahora ven pasar a cabinas vacías o con uno o dos pasajeros.
Probablemente la línea morada supere a la línea amarilla en la cantidad de pasajeros transportados, porque llega al centro de la ciudad de La Paz. El Alto es una ciudad muy extendida, por lo que el acceso a esta línea se limita a usuarios que pueden llegar con relativa facilidad a sus dos estaciones. Los de zonas alejadas seguirán usando el sistema de transporte público automotor, con la disponibilidad que tendrán de la autopista con tres carriles de subida y tres carriles de bajada.
El autor es ingeniero civil y docente de la UMSA.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |