Una gigantesca planta industrial se perfila para convertirse en un monumento faraónico (un “elefante blanco”), vale decir un emprendimiento que pese a su enorme costo y magnitud no ofrecerá beneficios y no justificará su cuantiosa inversión. Comenzó a funcionar hace pocas semanas, con la presencia del presidente Evo Morales Ayma.
La planta, localizada en el Salar de Uyuni, Potosí, es parte de la llamada “industrialización” estatal de los recursos evaporíticos, con la esperanza de que tendrá la capacidad máxima de producción, de 300 mil toneladas de cloruro de potasio por año, para disponer de fertilizantes para la agricultura, complementando a la planta de Bulo Bulo, (que costó cerca de mil millones de dólares), también destinada a producir abonos, urea y amoniaco.
Según información oficial, esta industria de potasio costó 188 millones de dólares, o sea un equivalente a cerca de 1.300 millones de bolivianos. Fue construida por la empresa china CAMC Engeenering Ltda. Los fondos para esa obra fueron financiados en su integridad por un préstamo del Banco Central de Bolivia. China no aportó algún capital. Según el proyecto, producirá anualmente 300 mil toneladas de cloruro de potasio a partir del año 2021, con el fin de destinarlo como fertilizante para la agricultura.
Según especialistas, el costo real de esta planta, parte de un plan oficial de industrialización, otorgado “llave en mano” a la empresa china, será de alrededor de 330 millones de dólares, al asumirse que absorberá una parte de los gastos efectuados en las piscinas de evaporación y otros, dentro de la Fase II del Proyecto de Litio favorecido con un crédito de 732 millones de dólares del Banco Central, (Juan Carlos Zuleta - ED 9-X).
En vista de las características, esta planta enfrentará serias dificultades, entre otras, a) su cotización del año 2008 era de 1.000 dólares la tonelada, la misma que cayó en la actualidad a 216 dólares; b) la producción deberá ser vendida fuera de Bolivia y aumentará la dependencia de Bolivia de mercados externos; c) La producción del cloruro de potasio será pequeña, tomando en cuenta que Chile en 2017 produjo 1.900.166 toneladas al año, producción que significa apenas el 2 por ciento de la mundial; d) la planta de Uyuni solo producirá unos 200 empleos directos; e) no se justificará la inversión; f) el Estado registrará pérdidas, g) no podrá pagar la deuda contraída con el BCB; se tratará no de una inversión sino de un gasto o despilfarro, etc. De ahí que este emprendimiento sería uno más de los varios elefantes blancos que financió el Estado Plurinacional.
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