Democracia, desgracia e ignorancia

Si bien los bolivianos recordamos que en 1982 fue recuperada la democracia en nuestro país, ingenuamente creímos que con el advenimiento del MAS en funciones gubernamentales para el período 2006-2009, continuarían los festejos, pero cuán equivocados estábamos. Porque una vez que se sacaron el disfraz de régimen izquierdista y populista con el que se presentaron en las Elecciones Generales de 2005, aparecieron con las garras del totalitarismo conculcador de los derechos civiles y libertades ciudadanas. Simple y llanamente desconocieron nuestra Constitución Política y de República nos convirtieron en el Estado Plurinacional de Bolivia, e implantaron con sus dos tercios en el parlamento la reelección indefinida del presidente y vicepresidente. Y es más, acompañada de la desgracia, como fue la desprofesionalización en los altos cargos gubernamentales de Bolivia.

Y remarco, desgracia fue la desprofesionalización en los altos cargos gubernamentales, porque quienes han asumido la Presidencia y Vicepresidencia son ciudadanos que no tienen profesión, el primero, secretario de deportes y luego secretario general de la seis federaciones de cocaleros del Chapare cochabambino, y con amplio récord de incitador de bloqueos de caminos carreteros, lo que tantos daños provocó a la ciudadanía en general, y a la empresa estatal y privada en particular durante las últimas dos décadas; y el segundo, ante la pregunta del periodista sobre ¿por qué figuraba en su carné de identidad y libreta de servicio militar, como licenciado en matemáticas?, respondió “no es porque yo les haya dicho que soy, sino porque ellos lo pusieron voluntariamente”.

Y hablar de quienes ocupan los altos cargos gubernamentales sería como hablar al viento, pues muy pocos son los que sí egresaron como profesionales de las universidades, y muchos de los cargos ministeriales están ocupados por militantes activos del MAS, que solo presentaron su carné de color Azul. Lo que en el fondo es un retroceso a la “falta general de instrucción o conocimientos”.

Y estos son los supuestos políticos que están en los puestos importantes del aparato gubernamental de Bolivia. Y ahora nos referiremos al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde el anterior canciller David Choquehuanca, que por 11 años ocupó tan alto cargo, simplemente era un egresado normalista, y que si bien no hablaba varios idiomas extranjeros, pero en su posesión como tal se dijo que había viajado por varios países y por ello lo consideraban como suficiente currículum vitae para tan importante cargo.

Y para el colmo, cuando dicho Canciller fue nombrado para ocupar un cargo político en el exterior, fue reemplazado nada más ni nada menos que por Fernando Huanacuni, un funcionario que anteriormente cumplía funciones de Jefe de Protocolo y que, según ellos, tenía amplio dominio del idioma inglés, y nada más.

Cuando un periodista le dijo al diputado masista Víctor Borda que “el reemplazante del Canciller Huanacuni no tenía título profesional”, éste respondió que: “no era requisito ser profesional para ocupar cargos gubernamentales”. ¿Qué lástima, verdad?