Audiencia continuará el 5 de noviembre

El juez Beltrán Quispe Pucho del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) instaló ayer la audiencia del juicio oral en el caso Apolo, después de cuatro años y tres meses que el principal acusado guarda detención preventiva en el penal de San Pedro por más de cuatro años. Al promediar las 11.00 horas de ayer, el magistrado fijó la continuación del proceso el 5 de noviembre, la víspera sólo se procedió a la lectura de la acusación.

La acusación que presentó la Fiscalía el 14 de septiembre de 2015 registra 25 personas, entre agricultores, albañiles y estudiantes, que deben ser juzgadas por asesinato, asociación delictuosa, instigación, tenencia o porte ilegal de armas además de encubrimiento, empero el único detenido preventivo es Juan Bascopé.

La jornada de ayer, Bascopé esperó su audiencia programada para las 10.30 horas con mucha esperanza “el que nada hace, nada teme”, dijo al asegurar que pedirá pruebas de todo cuanto lo acusan.

“Yo soy respetuoso de las leyes y de las autoridades que administran la justicia, he esperado pacientemente hasta este momento, y pido que me demuestren con evidencias fehacientes de todo cuanto me acusan, no sólo se basen en declaraciones de personas, quiero pruebas científicas”, afirmó.

Al respecto, aseguró que junto a su abogado, Francisco Pacheco, revisaron una a una las carpetas de investigación y no encontraron ninguna evidencia en contra suya.

“Yo soy de una familia humilde, soy agricultor, no presté si quiera mi servicio militar, tampoco conozco qué clases de armas hay, ni siquiera sé cómo se manejan. No soy cocalero, soy técnico en apicultura, productor de miel de abeja, tengo todos mis certificados de lo que he estudiado tres años con tres meses, hasta los derivados”, aseguró.

HECHOS

En octubre de 2013, se produjo una incursión violenta a varias comunidades de Apolo con motivo de la erradicación de coca excedente. Varias investigaciones establecen que la incursión de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), de Policías y Militares no fue precisamente a plantaciones excedentes, sino a zonas de producción identificadas como tradicional.

Resultado de esta violenta incursión, se produjo el deceso de cuatro personas, Willy Yujra Mamani, suboficial de la Fuerza Naval; Michael Joel Olivares, médico; Johnny Reynaldo Quispe Chura y Oscar Gironda Porres, subtenientes del Ejército. Además de 30 heridos y 17 detenidos enviados a la cárcel de Patacamaya.