Poca venta de caña para armar mesas

El comercio de la caña de azúcar, que es uno de los elementos indispensables para el armado de la mesa de Todos Santos, llegó a la ciudad de El Alto desde los yungas de La Paz, con diferentes precios que dependen de la oferta y la demanda.

La plaza Juana Azurduy de Padilla, de Villa Dolores, es uno de los sectores donde fue instalada una feria de productores de caña, donde, como cada año, la organización de la Asociación de vendedores de este producto ofrecen a la ciudadanía a diferentes precios.

EL DIARIO, visitó esta feria, donde se pudo conocer de voz propia de los productores que este año no existe mucha demanda, como en gestiones pasadas, por lo que inclusive los precios también son diferentes, con el objetivo de terminar la cantidad que transportaron para vender hasta este lugar de la zona de Villa Dolores, donde a pesar de la poca presencia de compradores, indican que los precios son accesibles.

El producto para la venta al consumidor se encuentra en un rango de precio desde Bs 5 hasta 20, de acuerdo al tamaño y la calidad, siendo que un amarro que consiste entre 4 a 5 cañas, llega a costar hasta Bs 100, de aquellos que por unidad se vende a Bs 20.

Entre tanto otros que son de mediano tamaño un amarro llega a costar hasta Bs 50, según el grosor y el tamaño, además del lugar de origen que de acuerdo a los mismos comerciantes la mejor caña de azúcar es el de los yungas de La Paz, y no así aquellas que provienen de Santa Cruz.

Los representantes de esta organización afirmaron que cada comerciante cuenta con un capital desde lo más bajo que es de Bs 5.000 hasta 20.000, pero con el riesgo de recuperar y ganar un monto de dinero que les sirve para poder subsistir, como cada año en estas fechas.

Muchas son las personas que vienen de forma directa para ofrecer sus productos, pero también existen aquellas comerciantes que al ser de segunda mano ofrecen a la población en precios un poco más alto de los primeros.

Una de las productoras y comerciantes más antiguas de este sector de vendedores de caña, doña Irma Quispe, recordó que la venta de este producto ya no es como en años anteriores, debido a la falta de economía de las personas, por lo que para no quedarse con un producto no vendido, previenen transportando solo una cantidad de aproximadamente más de 1.000 unidades.

“Lamentablemente cada año va rebajando la venta, uno por la mucha competencia que apareció en varias zonas y otro también la economía de las personas ya es muy limitada y entonces tratan de no comprar muchos este producto, que a pesar de ser una de las partes más importantes para una mesa de alma en estos días de Todos Santos”, explicó la comerciante.

En casos extremos de llegar a terminar toda la cantidad que expusieron a la venta, y con la finalidad de no quedarse con la misma, el último día de venta como es el jueves 1 de noviembre, llegan a rematar sus productos hasta el Bs 3 y 2 de acuerdo al tamaño y así de esta manera no perder también el capital invertido.