Procesos productivos benefician a mujeres

Asociaciones y grupos de mujeres de seis comunidades del municipio de Batallas se organizaron este mes para intercambiar experiencias que fomentan procesos productivos con enfoque de género en el marco del programa de Fortalecimiento de los Derechos Económicos de las Mujeres y de Políticas de Economía Social Solidaria en municipios de La Paz.

El propósito fue el intercambio de experiencias en el uso de carpas solares y producción de hortalizas, realizando un recorrido por las comunidades de Igachi, Huancané, Karhuiza, San Calixto, Jichurasi y Suriquiña donde las asociaciones y grupos productivos compartieron los resultados y el beneficio de implementar carpas con sistemas de riego.

Esta es una muestra del trabajo que viene realizando el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), acompañando la parte social con la parte productiva en las comunidades para fomentar el empoderamiento de las mujeres en el proceso productivo.

Valentín Pérez, responsable de la Unidad de Desarrollo Rural del Cipca -Altiplano, explica que para trabajar con un enfoque de género en estas comunidades “hemos enfatizado en las normas actuales (Ley 348); no solamente con mujeres sino acompañados también con los hombres en reuniones comunales, se habla por ejemplo de los derechos, de la equidad de género, entonces también esa participación ha llegado a un proceso a nivel cultural y a nivel incluso municipal”, indicó.

Paralelamente se trabaja la implementación de sistemas de riego, carpas solares y cultivo de hortalizas donde las mujeres tienen activa participación.

“Las mujeres más que todo son las que se preocupan en la alimentación, los varones son los que van a trabajar y ellas son las que se quedan en la casa, son las que tienen que ir a las ferias a comprar las hortalizas, regar los cultivos; y nosotros habíamos pensado trabajar en esto de las carpas solares sobre todo para que puedan disponer de alimento todo el año”, explicó Pérez.

Pero no solo se ha mejorado la calidad de alimentación en las comunidades del altiplano, sino que se facilita el trabajo de las mujeres en las tareas del hogar y la cosecha.

“Las mujeres ya no necesitan ir a las ferias o los mercados a comprar porque ya tienen el alimento a su disposición y lo otro es que estas carpas también están mejoradas con sistemas de riego pues anteriormente ellas tenían que acarrear el agua para regar los cultivos, entonces ahora están provistos de sistemas de microriego, lo que les favorece porque ya no disponen mucho de su tiempo para atender la carpa sino que basta con abrir el grifo y ya va regando por media hora”, afirmó Pérez.

Todos estos impactos fueron socializados y compartidos en el intercambio de las comunidades del municipio de Batallas donde se enfatizó en la importancia del manejo asociativo de carpas solares, es decir, con la participación de organizaciones productivas, grupos de mujeres y de toda la comunidad junto a las Organizaciones Económicas Campesinas (OECA’s). (ANF)