Evo y Jair Bolsonaro

El espectro sociopolítico latinoamericano ha sufrido un sacudón, que quizás para muchos era impredecible, como para otros más conocedores del tema ya entraba en sus cabañuelas domésticas. Pero en lo que nos incumbe como bolivianos, la situación socioeconómica se nos pone muy compleja, ya que nuestros gobernantes en vez de guardar un tono conciliador para con el nuevo gobernante brasileño, no ha sido así. Y es tan necesario que nos ubiquemos en el contexto actual, considerando que nuestros principales socios comerciales del gas son de derecha, y no conjugan el verbo socialismo porque no encaja en su estereotipo ideológico.

Es tan necesario mantener la cordura y el tono conciliador con los amigos antes mencionados, porque ya recibimos el primer timbre de alarma de los amigos gauchos, bajando al mínimo las demandas de gas para su país, y más ahora que han descubierto y puesto en explotación una de las reservas gasíferas más grandes del continente, que les brindan un respiro y más que todo la capacidad de autoabastecimiento, rompiendo la obsesiva dependencia gasífera ante nuestro país.

Por otro lado, Brasil está en lo propio, acelerando la puesta en marcha de su mayor reservorio gasífero para también acabar con su dependencia de Bolivia, situación que hace necesario para nuestros furtivos gobernantes replantearse un nuevo esquema económico para encarar estos nuevos desafíos. Es que si Brasil no renueva el contrato de exportación de gas, de dónde van a salir los doble aguinaldos y los bonos que se da a diestra y siniestra, comprando conciencias en vez de hacer una reinversión de utilidades, y ya con las nuevas utilidades, bueno seguir otorgando los famosos bonos, que en el fondo no coadyuvan con el desarrollo productivo del país, sino que fomentamos el paternalismo gubernamental, que nada bien le hace al país.

Como un simple ciudadano, no me puedo abstraer ante un futuro incierto que se nos avecina, pero muchos no quieren despertar ante esta realidad. Por ello pido a nuestros gobernantes que seamos más consecuentes con el manejo de las arcas del Estado, pensando en que tenemos generaciones debajo nuestro, a las cuales daremos cuentas.

Dios bendiga a nuestra amada Patria.