Los huecos de gestión

Algo falla en los criterios de priorización de las tareas del gobierno. En este momento, por ejemplo, tendría que ocuparse de la crisis del gas, de la falta de dólares en las casas de cambio antes de que se dispare una corrida, de las reservas del BCB, de la deuda, que es lo único que crece.

Esta falta de un buen criterio se observa con más claridad en esta temporada de campaña electoral en que está el presidente, olvidando que ha sido vetado por un referéndum. Lo único importante es quedarse en el poder, para lo cual todas las armas, legales o ilegales, son usadas por el MAS.

El gobierno ha olvidado concluir los trámites para perfeccionar la nacionalización de algunas empresas vinculadas con YPFB, como la de Transportes, que es la heredera de la empresa que fue manejada por la Enron. Hace poco se supo de un caso similar, la expropiación de la BP Air, de la británica que fue nacionalizada, pero que todavía no figura como un bien del Estado boliviano.

La explicación que dio el gobierno para estos casos es que se trata de trámites que están en proceso, y que ambas empresas están “en tránsito” para llegar a ser estatales, de propiedad boliviana.

Doce años han pasado desde la “nacionalización” del petróleo y el gobierno no ha concretado la operación, una falta que podría dar lugar a acciones legales de las empresas extranjeras, como ha ocurrido ya con otras empresas expropiadas.

Pero al mismo tiempo que olvidaba concluir los trámites, el gobierno gastaba mucho dinero en propaganda sobre la “nacionalización”, que en realidad fue simplemente una renovación de contratos con las empresas extranjeras.

La prioridad, por lo tanto, era la propaganda. Se había tomado una medida pensando solamente en el impacto que tendría en la opinión pública. Todo lo demás puede esperar.

Esto lleva a sospechar que la red de teleféricos de La Paz, que hasta ahora ha costado cerca de US$ 1.000 millones, ha sido hecha sin una planificación correcta, como sugirió el alcalde Luis Revilla cuando dijo que él hubiera optado por menos líneas, pero mejor diseñadas.

Llegará el momento en que todos estos errores sean motivo para juicios de responsabilidad, cuando las instituciones hayan sido restablecidas por nuevos gobiernos.

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