La sentencia de cuatro y tres años de prisión para la pareja de ciudadanos chinos, traficantes de colmillos de jaguar y otras piezas de animales silvestres, fue calificada por activistas como insuficiente por todo el impacto ambiental ocasionado; empero manifestaron que se sentó precedentes para casos similares.
El ciudadano de origen chino, Li Ming, fue sentenciado por el juez Juan Coronado a cuatro años de prisión, y su pareja Yin Lan, a tres. Ambos fueron arrestados en Santa Cruz en febrero, en poder de 185 colmillos de jaguar, además de otras piezas de animales silvestres.
La activista y miembro de la Coordinadora por el Medio Ambiente (Codapma), Alejandra Crespo, consideró que este caso develó la existencia de una mafia traficante de partes de animales en peligro de extinción.