Televisión y niños

La televisión es una fuente efectiva de creación y formación de actitudes en los niños, porque desde temprana edad son sometidos a su influencia. Los niños seleccionan los programas que divierten, más que los que educan de manera constante, lo que se mantendrá en la edad adulta.

Lastimosamente la autoridad responsable otorga los permisos, pero no regula los programas perniciosos contra la niñez, juventud e incluso población adulta; algunos medios imponen una programación basada en conductas delictivas y sexistas. A continuación citaremos algunos aspectos negativos de la Tv.

La Tv como droga: denominada así en las investigaciones culturales de Japón, ya que ocasiona en los niños una dependencia, pues caen en una completa ausencia en tiempo y espacio.

La Tv como factor de aislamiento: los niños evitan la comunicación familiar, se apartan de la realidad, se alejan hacia un mundo ajeno y unipersonal. Pero los niños necesitan del contacto con la naturaleza, experiencias propias, reales y activas para adquirir personalidad propia. En cambio, ¿qué mundo ofrece la Tv a nuestros hijos? Un mundo de riesgos para su desarrollo intelectual y emocional. Esta situación hace que los niños sean apáticos, abúlicos, con poca iniciativa e incluso introvertidos.

La Tv y la violencia: la violencia es una causa importante de morbilidad y ésta es exaltada en la mayoría de los programas televisivos, incluyendo los dibujos animados, que contienen elementos de violencia (series y biografías de narcotraficantes y crimen organizado). Varios estudios han mostrado que cuando los niños observan escenas de violencia, pueden volverse “inmunes” al horror de la agresión. Insensibles, progresivamente aceptan la violencia como un modo de resolver sus problemas. Imitan la violencia que observan en la televisión y se identifican con ciertos caracteres como víctimas o agresores. Por ello los padres deberían adoptar medidas para prevenir los efectos dañinos de la televisión, como en temas raciales, estereotipos sexuales, etc.

La Tv y la desinformación: los contenidos de los programas en relación con problemas de salud y anuncios comerciales han demostrado que la información es errónea, confusa e interesada, con fines comerciales, induciendo a creer en las propagandas. Esto pasa, por ejemplo, con bebidas gaseosas, dulces y chocolates que son malos para la salud; se sublima juguetes condicionando a los padres a complacer a sus hijos.

La Tv y la transculturización con programas y series extranjeras: estas tendencias no enaltecen nuestros valores, pues el entorno y el lenguaje de los personajes son diferentes a los nuestros y esto provoca que los niños hablen y se comporten con modismos desagradables.

La Tv basura: Expertos coinciden e que es difícil competir con “La Tv basura que se constituye en un prototipo que impone una nueva manera de ver la realidad, vulnerando los patrones culturales y globalizando el entretenimiento soez, vulgar, ficticio, amoral y promiscuo hasta anular su función educativa e informativa”. Nos referimos a programas de entretenimiento que contribuyen a morbo, vacuidad, estupidización y bajura. Como dijo el politólogo Giovanni Sartori, en su libro Homo videns, la sociedad teledirigida: “Vivimos en la cultura de la incultura”.

Si un niño recibe atención por parte de sus padres, irá construyendo una buena imagen de sí mismo, pero cuando ambos padres trabajan, algunos niños se sienten abandonados, siendo obligados a cobijarse en la televisión, que es una ventana al mundo y fuente de influencia, positiva o negativa. Por ello se recomienda evitar que la Tv esté encendida durante las horas de comer en familia. Es necesario establecer un horario y enseñar a ver buenos programas. Los padres NO permitan que los menores vean Tv basura y si tienen dificultades para establecer límites o notan que sus niños está reaccionando por influjo de la televisión, deben recurrir a especialistas para conseguir ayuda inmediata.