Desempleo afecta más a los jóvenes

Las tendencia del desempleo en Bolivia se mantienen sin variaciones y los más desfavorecidos son los jóvenes, con énfasis en las mujeres, además de profesionales y los migrantes del campo que agudiza el mercado laboral en las ciudades, manifestó Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, Cedla. Rojas asistió al Foro auspiciado por Unitas que examinó ayer la sostenibilidad de la política económica del Gobierno.

El investigador señaló que en Bolivia, lamentablemente, el empleo es un tema pendiente de la política pública, ya que no existen programas y proyectos orientados, no sólo para crear fuentes de trabajo, sino fundamentalmente a promover la calidad del mismo.

“Empleos generados no son dignos, son precarios y no están a la altura de las necesidades de la gente. Un poco de más de la mitad en las ciudades viven con empleos precarios. En el caso de los jóvenes, el 90 por ciento tienen empleos de subsistencia”, apuntó.

SOBREVIVENCIA

De ese 90 por ciento, 67 por ciento tiene empleos precarios extremos, y las dificultades para encontrar una fuente laboral de ingreso permanente y seguro se hace cada vez más difícil, y esto muestra que Bolivia avanzó poco en esta materia.

Desde el 2001 a la fecha, las tendencias se han ratificado en esta materia, como el trabajo informal, en pequeños negocios familiares, comerciantes callejeros y artesanales; la fuente laboral de menor calificación, en la que profesionales deben ocupar puestos de operarios, vendedores; generación de empleos precarios; y aumento del desempleo.

De ese grupo, el sector más golpeado son los jóvenes, que alcanzan a un 9 por ciento o más de desempleo, seguido por las mujeres. Una reciente investigación realizada en El Alto y La Paz mostró que el “desempleo ilustrado” supera 12 por ciento, es decir de personas calificadas.

Rojas estuvo en el Foro Político Multiactor sobre Desarrollo para Consolidar Alianzas incluyentes, Promoviendo el Desarrollo en Bolivia: reflexiones para el diálogo y la acción, en cuyo evento más de 200 organizaciones expusieron sus observaciones y críticas a las políticas del Gobierno.