Los servicios de emergencias prosiguen ayer la búsqueda de las 1.276 personas que permanecen desaparecidas desde hace más de una semana a consecuencia del gigantesco incendio que quema el norte de California (EEUU) y que ya ha causado por lo menos 76 muertos.
El incendio bautizado como “Camp Fire”, el más mortífero y devastador de la historia del estado al haber engullido por completo la población de Paradise, de 26.000 habitantes, ya ha arrasado 60.500 hectáreas, mientras que a primera hora del domingo los bomberos habían logrado contenerlo en un 60 %.