Papillón. El Gran Escape

Basada en hechos reales, Papillón. El Gran Escape es una nueva adaptación de las memorias de Henri Charriere, un ciudadano francés que estuvo en prisión por más de una década por un crimen que supuestamente no cometió. Esta obra literaria ya había sido llevada a la pantalla grande hace más de cuarenta años bajo el mismo nombre, y protagonizada en aquel entonces por Steve McQueen y Dustin Hoffman.

LA HISTORIA

Luego de ser arrestado en las calles de Paris por el presunto homicidio de un mafioso, Henri Charriere (Hunnam), mejor conocido por el apodo de Papillón por el tatuaje de mariposa que porta en su pecho, es enviado a una prisión de máxima seguridad en la Guayana Francesa al sur del continente americano. En dicho lugar, los más peligrosos criminales son obligados a cumplir con sus sentencias en condiciones casi inhumanas, y sin la esperanza de poder regresar algún día al país europeo. Al ver que la única manera de sobrevivir es gracias al dinero, “Papi” (como le dicen sus compañeros de cariño) se ofrece como guardaespaldas personal de Louis Dega (Malek), un debilucho pero adinerado prisionero, a cambio de apoyo económico. Dega acepta el trato, y ambos terminan entablando un “bromance” de proporciones épicas, de esos que rara vez vemos en el cine.

Posteriormente, la película se centra en los múltiples intentos fallidos de Henri y Louis por escapar de la cárcel. Dichas acciones llevan al protagonista a pasar años encerrado en una pequeña celda, aislado del resto de sus compañeros, sin alimento, y en completa oscuridad. Sin embargo, su espíritu y su fuerza de voluntad son inquebrantables, llevándolo a sobrevivir los episodios más desagradables de su vida con tal de poder recuperar su libertad.

ACTUACIONES IMPECABLES

Lo más interesante de este remake es sin lugar a duda las interpretaciones de la dupla protagónica. Charlie Hunnam vuelve a darnos un poco de lo que vimos en su personaje en The Lost City of Z hace un par de años, aunque en esta ocasión el histrión inglés se mete de lleno en un papel físicamente demandante. Hunnam hace un extraordinario trabajo y logra mantener nuestra fija atención pese a la extensa duración del filme. Rami Malek también ofrece un trabajo espectacular. Malek logra transmitir la desesperación y el dolor de su personaje a través de su semblante. Algo que no es fácil de conseguir, pero que el joven actor norteamericano lo hace ver como una tarea sencilla.