El escándalo que se desató con las denuncias de militancias falsas de ciudadanos, cuyos datos aparecieron en las listas de distintos partidos políticos sin su consentimiento reflejó, una vez más, que no existe confianza en el trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) coincidieron expertos en temas electorales.
Los criterios de los especialistas parten desde la falta de prolijidad entre el padrón de militantes y el Padrón Electoral biométrico, la predisposición de los vocales que aceptaron llevar a cabo las elecciones primarias de forma precipitada, el cumplimiento de verificación de un requisito que solicitaron en la inscripción de militantes que es la huella dactilar y la falta de modernidad.