Hace unos pocos días, ante una nutrida concurrencia, en un Auditorio de la calle Cordero (San Miguel) fue presentado el último libro de mi viejo amigo Edgar Camacho Omiste (desde nuestra etapa en la UMSS), el título: “Sentido común en las relaciones internacionales – Once temas de política exterior”, primera Edición Plural 2017.
Este valioso aporte intelectual es un legado fruto de una vida profesional exitosa, Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba. 1961 Post Grado en el Instituto de Derecho Comparado de la Universidad Autónoma de México.1965 Post Grado en el Instituto para la Integración de América Latina, Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Buenos Aires, Argentina. 1973 Centro de Estudios Latinoamericanos. Universidad de Cambridge U.K. Investigación. 1996-1997 Embajador de Bolivia, no residente, ante el gobierno de la India.
Edgar nació en Oruro en 1936, pero posteriormente hizo sus estudios en el colegio La Salle y se graduó de abogado en la UMSS. Falleció en Cochabamba en diciembre de 2013.
Fruto de su destacada participación en asuntos internacionales en Bolivia y otros países es este libro, cuyo prólogo fue escrito por otro destacado experto en relaciones internacionales, Fernando Salazar Paredes, con quien compartió muchas veces en la actividad de relaciones exteriores. Con una frase resume lo que considera es el mayor aporte de Edgar: “de él aprendí que los errores más graves en política exterior suelen cometerse cuando no se encuentra el equilibrio apropiado entre las necesidades, los ideales, los instrumentos y las posibilidades”.
Los temas tratados en el libro son: 1) Conceptos básicos de las relaciones internacionales, donde destacan los temas: i) una nueva época en las relaciones internacionales, ii) orden internacional unipolar ¿o multipolar? 2) Desarrollo de la interrelación mundial, donde sobresalen los conceptos sobre la mayor interdependencia mundial y las disparidades en la política internacional entre los hemisferios norte y sur. 3) Circunstancias políticas en el orden global, regional y nacional, donde es relevante el análisis sobre el rol de América Latina a nivel mundial. 4) Viejas prácticas y reciente orden multipolar. Este resultado se manifiesta en el hecho de que Occidente va perdiendo su hegemonía absoluta sobre la economía, mientras el centro del comercio mundial se desplazará, probablemente, a favor de China y de la cuenca del Pacífico. 5) Los recursos naturales, instrumentos de política exterior, donde se analiza los ciclos económicos que se han dado en nuestro país, como resultado de los mercados de la plata, el guano y el salitre, posteriormente de la goma natural y el desarrollo minero, el sector agrícola y el ciclo de la coca, luego el petróleo, el gas natural. Se analiza el caso de los países productores y deficitarios. En el ámbito de estos recursos, la importancia de la oportunidad histórica, la de una adecuada elección de socios, en un determinado momento la frustrada exportación de gas y actualmente la posibilidad de explotación del litio. 6) La energía como fuerza motriz de las sociedades. El objetivo trazado en cierto momento de convertirnos en el “centro energético del continente. 7) Encuentro de la identidad colectiva. Se analiza la posibilidad de una identidad común de América Latina y el ideal de una gran confederación que simplemente quedó en una ilusión política. 8) Integración social, nacional y regional. Y el autor se pregunta: ¿cómo hacer compatible el fortalecimiento del Estado nacional con los propósitos de la integración regional y, en nuestro caso, con los ideales de la unidad latinoamericana? 9) Prioridades de las relaciones contemporáneas. Se analiza los recientes procesos políticos de la región y la forma en que nuestra política nacional se inserta en ese contexto. Durante los gobiernos anteriores a Evo, la política exterior de Bolivia privilegió su relación diplomática con el entorno limítrofe y la vecindad regional, en la actualidad lo hace con Cuba y Venezuela y con países de otros continentes, con los cuales el intercambio material, cultural y humano fue históricamente inexistente. La pregunta que surge: ¿es una desubicación diplomática y económica? Aquí nuestro autor se pregunta: ¿Cómo hacer compatible el fortalecimiento del Estado nacional con los propósitos de la integración regional y, en nuestro caso, con los ideales de la unidad latinoamericana? Su respuesta es positiva, ya que “lo que no tiene futuro es el aislacionismo, ni de nuestras sociedades, ni de las individualidades”. 10) Una estrategia para Bolivia. Aquí se analiza el problema de nuestro enclaustramiento y se plantea posibles soluciones con base en el Derecho y la justicia internacional. 11) El sentido común en las relaciones internacionales. Un capítulo breve para concluir el libro, el cual con una frase resume el concepto: “para superar las improvisaciones y desaciertos habituales, el análisis de la política exterior requiere, al igual que otras disciplinas, tanto del estudio de los errores y del pasado, como de una dosis de sentido común”.
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