Los niveles de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera han alcanzado un nuevo máximo sin precedentes, y son los más elevados, al menos, en los últimos tres millones de años, según Organización Meteorológica Mundial.
Según advierte la Organización Meteorológica Mundial, no hay indicios de inversión en esta tendencia, que está desencadenando un cambio climático a largo plazo, la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos y un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos.
El último Boletín de la OMM sobre los Gases de Efecto Invernadero ha revelado que la concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2) pasó de 400,1 partes por millón (ppm) en 2015 y 403,3 ppm en 2016, a 405,5 ppm en 2017.