El dirigente cocalero Franclin Gutiérrez debe retornar mañana a la cárcel, después de haber enterrado a su hijo pequeño en medio de dolor e impotencia de la población yungueña que pide su libertad y que se haga justicia.
El sepelio fue en la comunidad de Tajma, en el municipio de Chulumani, donde el dirigente tiene su morada. El cortejo fúnebre inició alrededor de las cuatro de la tarde de ayer, con participación masiva en que destacaron jóvenes vestidos de blanco que repartieron globos del mismo color a los asistentes.
El dirigente, acongojado, agradeció a la población que se dio cita de diferentes provincias para acompañarlo en estos momentos difíciles.