Cómo salir de la zona de confort

El ser humano está diseñado para superarse, somos increíbles y no estamos aprovechando nuestro potencial.

Todos tenemos una zona de confort que nos da abrigo y nos hace sentir seguros. Abarca todo aquello que conocemos, esos ambientes de los que nos sentimos parte y donde estamos totalmente a gusto. Encontrando comodidad, seguridad, en mantenernos en un mismo lugar, con ciertas personas a nuestro alrededor y adoptando cierta personalidad.

Es un estado mental donde el individuo permanece pasivo ante sucesos que experimenta a lo largo de su vida, desarrollando una rutina sin riesgos, pero también sin incentivos. Esto puede causar dificultades psicológicas tales como apatía hasta depresión.

Las personas tímidas, evitan situaciones que los hacen sentir incómodos bajo cualquier costo sólo para poder sentirse seguros.

Las personas extrovertidas se quedan en un mismo lugar o hacen las mismas cosas por la seguridad que les proporcionan.

La zona de confort es un estado de comportamiento en el cual la persona opera en una condición de “ansiedad neutral”, utilizando una serie de comportamientos para conseguir un nivel constante de rendimiento sin sentido del riesgo. Nos protege, pero también puede causarnos daño. Acomodarse significa estancarse, no buscar nuevos estímulos, nuevos retos. Por eso es importante ser valiente, olvidarse del miedo a lo desconocido y salir de esa zona de confort para buscar nuevas emociones, nuevos aprendizajes.

Es normal tener ciertos miedos, pero el primer paso siempre es el más difícil. Cuando veas lo que hay más allá de tu zona de confort seguirás adelante.

ALGUNOS CONSEJOS

Reconoce tus límites: Estamos cómodos en nuestra zona de confort, porque nos hemos adaptado de tal forma que nuestros límites no se ven tocados. Pero cuando inicies el escape de tu zona de confort, comenzarán a revelarse todas tus barreras internas o externas.

Lo primero que debes hacer es reconocerlas, darles su importancia y pensar en cómo vencerlas. Acepta que no eres tan perfecto como quisieras, pero reconoce que puedes llegar donde desees.

Salir de nuestra zona de confort por cuenta propia puede ser complicado, pero si hay alguien que comparta ese interés todo puede fluir más fácilmente. Puede tratarse de un amigo que busque lo mismo o un terapeuta que dé su punto de vista y te ayude a identificar los cambios que requieres.

Lo importante es que sea alguien que desee hacer nuevas cosas como tú, alguien que te rete y a quien retes a llegar más allá de donde estás hoy.

Aprende a aceptar: En nuestra zona de confort nos acostumbramos a que las cosas sean de una determinada forma. Cuando decidimos salir, nos encontraremos con aspectos que no podemos manejar o controlar. En este caso, es importante que aprendamos a aceptar las situaciones que se nos presentan. Si quieres hacer nuevos amigos, debes aceptar sus características, particularidades y diferencias.

Imagina lo que quieres y trabaja en ello: Cada pequeña acción que realizas te ayudará a ampliar tu perspectiva. Si tu zona de confort implica ser antisocial y quieres salir de ahí, una pequeña conversación con alguien distinto cada día puede hacer la diferencia. No seas tan exigente, un “buenos días” al vecino hoy y una sonrisa amistosa al taxista mañana pueden cambiarlo todo.

“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.”.

DE QUÉ MANERA NOS AYUDA

- A tener una vida llena de emociones, conocimiento y perspectivas. También podrás crecer y evolucionar a una mejor versión de ti mismo.

- Encontrarás una zona de actuación mejorando tus capacidades, habilidades y rendimiento.

- Recuerda que la ansiedad no es perjudicial ni dañina, es una respuesta fisiológica del organismo totalmente normal, que nos prepara para rendir mejor en una situación puntual, el problema es cuando los niveles de ansiedad están elevados de forma crónica, o por situaciones que representan cierto tipo de peligro.

- La vida no empieza en tu zona de confort, empieza en una zona de confort saludable, que te permita ir saliendo de forma exponencial y se irá expandiendo.

- Llegarás a ser mejor persona, ganarás en confianza y conocerás a muchas personas interesantes. Es importante que ahora te hagas la siguiente pregunta ¿Será el momento de arriesgarme?