Después que el comandante de la Policía Boliviana, Faustino Mendoza, reconociera que se efectúa monitoreo de cuentas personales de Facebook y Twitter “para evitar la desinformación” y tras la filtración de un audio (también de la Policía) en el que se menciona a conocidos periodistas como “influyentes que trabajan para la derecha”; personas consultadas por EL DIARIO coincidieron en afirmar que “los oficiales debieran estar en las calles evitando la inseguridad ciudadana antes que estar vigilando a periodistas”.
A pesar del reducido número de efectivos policiales para ejercer control en las calles y reprimir la delincuencia, la Policía Boliviana admitió que destinó efectivos para realizar “el seguimiento a personas que no tienen la misma ideología que los gobernantes”. Y peor aún, a quienes tienen como tarea informar a través de medios de comunicación independientes.
En la ciudad de El Alto, las autoridades municipales señalaron que la falta de efectivos policiales para la vigilancia en las calles es el principal motivo para la persistencia de un preocupante indicador de hechos delictivos e inseguridad ciudadana.