Comunicación selectiva

La sociedad, los medios y la gente emiten diariamente miles de mensajes acerca de cómo perciben el mundo.

Se está produciendo un crecimiento exponencial de mensajes de todo tipo, en todos los lenguajes y mediante todas las redes alrededor del mundo.

¿Alcanzaremos a leer todas las noticias que son publicadas? ¿Nos bastará el tiempo para revisar todos los mensajes que nos llegan diariamente? ¿Algún día lograremos estar al día con los acontecimientos mundiales, tomando en cuenta que mientras leemos una información ya se están produciendo otros acontecimientos? ¿Acaso es posible sintonizar todas las radios y ver todos los canales de televisión locales e internacionales al mismo tiempo? ¿Podemos escuchar y ver todos los noticieros que se producen diariamente? ¿Podemos revisar todos los documentos científicos, sociales, económicos y políticos que diariamente se publica en la web? ¿Alcanzaremos a leer todos los libros que sean publicados a lo largo de nuestra vida?

¡Definitivamente no!

Somos seres bastante inteligentes, pero limitados en cuanto a tiempo y comprensión de los hechos.

La sociedad se tornaría lenta y poco eficaz si el aumento incesante de los flujos de comunicación no tuviera algún límite.

Por lo tanto, lo que hace el ser humano y la sociedad misma es volverse “selectiva”. La selectividad es el mecanismo ideal para reducir la complejidad del mundo.

La comunicación “selectiva” consiste en ignorar, rechazar o mostrar indiferencia hacia determinadas informaciones, programas de radio y Tv, mensajes, contenidos, actualizaciones, publicaciones y estados de ánimo que no son útiles ni necesarios para nuestro trabajo, ni para nuestra vida.

*) Director de Xperticia (Empresa de Asesoramiento en Comunicación)

(www.xperticia.net)