Deserción educativa ¿o propagada?

Un guerrillero inculcaba a los alumnos y alumnas que estudien, pues sin conocimientos no hay transformación. Principio trascendido en las ofertas de la “revolución cultural” del gobierno del MAS, y que seguimos esperando, así como salud, trabajo, respeto a la institucionalidad y la CPE, etc. Ahora que el país se halla en plena contienda electoral (desigual), el Ministro del ramo habla con bastante énfasis (bulla) de una “reducción de la “deserción” educativa. Justo cuando Evo Morales como “candidato” es inhabilitado por el 21f y por diversas encuestas. Dice: la deserción bajó del 11 % al 4,5 %, semanas después cambia el término por “abandono” y refiere que bajó del 8,5 a 4,4 %. Luego orondo engloba: Bolivia bajó al 90 % del 2005 al 2017.

La reducción de la “deserción” (termino militar), dice, se debe al bono Juancito Pinto con el cual Evo Morales benefició a los alumnos para comprar materiales educativos, y que el magisterio afirma que éste no coadyuva pedagógicamente. La educación, con Pierre Bourdieu (1995), básicamente: “cualifica las actitudes y comportamientos de los alumnos, fomenta conocimientos, valores morales y sociales, para vivir en libertad democrática”. Así, la reforma educativa 070 Avelino Siñani y Elizardo Pérez, de 20 de diciembre de 2010, por sus resultados: advierte una niñez y juventud a la deriva. Pues no se sabe a ciencia cierta qué conocimientos, objetivos, competencias, currículas, metodología, didáctica, saberes, aprendizajes, modelos de evaluación, implementa.

Los alumnos se muestran indisciplinados, abúlicos, intolerantes, irrespetuosos, deseducados. Entonces, hablar de calidad pedagógica –con la 070- en complemento con el “milagroso bono” es una impostura, muy parecida a una propaganda electoral (13 años). Es decir, los 200 Bs entregados anualmente no satisfacen ni para el 10 % del material pedagógico requerido por un alumno. Es decir, con él o no, el que quiere estudiar lo hace. Entonces, es una verdad de Perogrullo, que permite colegir que es un otro beneficio patronal y electoral, que devalúa la educación al encaminarla por la violencia epistemológica, como diría Bourdieu.

Desde la práctica, ¿de qué deserción hablan? ¿Acaso se estudia satisfactoriamente? No. ¿Acaso los alumnos no se auto-evalúan? Sí, entonces no requieren “desertar”. Es más, no hay aplazos porque el docente debe elaborar (todo) un Dossier para justificar el mismo y no hay capacidad (técnica) en muchos, para ello. Es más, los alumnos pasan cerca de 3 meses (al año) con “juegos deportivos plurinacionales” (ya son 8 años), eventos cívicos, culturales, folclóricos, etc., las vacaciones del magisterio se acercan a los 3 meses anuales, entonces los alumnos asisten al establecimiento de 8 a 9 meses –de 4 a 5 horas diarias-. Entonces, ¿cómo incide del “bono”?, en poco o nada.

En consecuencia, el ministro es “incorrecto” en tanto no tiene ningún problema en exteriorizar su pensamiento infausto, justificando alguna deserción con el Juancito Pinto. Lo claro –otra vez- es hacer propaganda con la educación. El motivo: el 21F-2016 vinculante y obligatorio latente. (Saben que no habrán elecciones, sino un plebiscito, donde el NO será a la corrupción (del MAS), similar a Jair Bolsonaro (Brasil). En consecuencia, los eximios aplazos, el escaso tiempo para –dizque- estudiar, no tienen relación con deserción alguna o no. Los 200 Bs. son un “gancho” para “disimular” las normas flexibles, tolerantes y punitivas como corpus electoral.