¿Bolivia es un país visible para Trump?

Las medidas en contra de Bolivia sobre su cuestionado desempeño en los asuntos de trata de personas y legislación sobre trabajo infantil generaron diversas reacciones en Bolivia; sin embargo, la pregunta que ha surgido en Estados Unidos es si el gobierno de Evo Morales se hizo visible para la administración del presidente Donald Trump, y las consecuencias que esta situación podría desencadenar.

Para el encargado de Negocios de Bolivia en Estados Unidos, Pablo Canedo, las observaciones emitidas debieran convertirse en un punto de apertura sobre la “posibilidad de trabajar nuevamente de manera conjunta e intercambiar información sobre este delicado asunto, siempre y cuando se tome con la seriedad con la que deben manejarse estos temas que implican observaciones a otros países”. Canedo defiende las políticas que el gobierno de Morales ha emprendido en ambos asuntos, no para agradar las exigencias de los Estados Unidos, sino por su compromiso político e internacional sobre ambos temas. “Debiera ser un tema para mejorar la calidad de las relaciones bilaterales también”, dice Canedo.

En cambio, para el analista político y académico Eduardo Gamarra “Bolivia no es un país de gran importancia o preocupación para Washington. Las declaraciones sobre Bolivia en los últimos dos años son escasas”, afirma Gamarra, quien es profesor de Florida Internacional University (FIU).

“Las declaraciones por la cuestión de la trata de personas no son algo nuevo sino son parte de la legislación vigente. La diferencia es que quizás si se apliquen las amenazas en la medida que el gobierno de Bolivia no haga algo respecto a las denuncias. ¿Qué significan estas sanciones? Pues podrían afectar el acceso a créditos importantes, aunque como sabes generalmente estás amenazas usualmente quedan en eso, solo son amenazas que nunca se cumplen”.

Gamarra advierte que Bolivia podría ingresar al “club de países parias” de la región “pero dependerá mucho de lo que pase en las próximas semanas con la habilitación de Morales como candidato. Ser parte de ese grupo, sin embargo, no ha tendido las consecuencias esperadas en parte por la debilidad de la mal llamada comunidad internacional que carece de mecanismos para lograr un cambio de comportamiento y menos un cambio de régimen”, agrega el académico.

“No creo que Trump se haya fijado en Bolivia, tiene otras preocupaciones. Pero sectores de su administración encargados del hemisferio occidental se han fijado en las actitudes de Morales contra EEUU tanto en Naciones Unidas como en sus constantes y agresivas declaraciones contra lo que él llama el Imperio”, afirma Jaime Aparicio, diplomático boliviano residente en Estados Unidos.

Sin embargo, Aparicio asegura que “Si Morales insiste en su reelección ilegal y hay una importante reacción popular y los medios internacionales se interesan en la deriva autoritaria de Morales y si el nuevo Gobierno en Brasil decide controlar el narcotráfico, Bolivia será miembro de pleno derecho de las dictaduras parias de América Latina”.

El embajador Canedo opta por explicar que el gobierno de Bolivia ha logrado avances muy concretos en los dos temas. “Sobre el SGP, viene trabajándose de manera coordinada con el USTR incluso con la participación de los empresarios privados de Bolivia que han aunado criterios para demostrar que en Bolivia si bien existe la situación de niños en situación de calle, no es el Estado el que “incentiva” el trabajo de menores de 14 años. Bolivia ha cumplido con legislar los límites y los derechos del trabajo infantil”, dice.

En cuanto a la trata de personas “Bolivia es parte de un enorme esfuerzo internacional que avanza a tener mejores resultados contra este delito transnacional. La tipicidad de esta figura implica la coordinación y trabajo supra estatal para mejorar los controles migratorios, los controles en los medios de transporte y permisos de menores que se trasladan desde y hasta el interior y exterior del país”, afirma Canedo. (Washington, EEUU/ Erick Foronda)