La producción local e importación de LNG redujo la participación del gas boliviano en mercados de Argentina y Brasil, y la tendencia apunta a mantener los volúmenes actuales de venta, mientras las autoridades bolivianas guardan silencio sobre la decisión de los gobiernos vecinos, en torno a los futuros contratos en el caso brasileño y a la vigencia del contrato suscrito entre Bolivia y Argentina en 2006.
De acuerdo con información de Enargas, de Argentina, desde el 23 de noviembre pasado, los volúmenes de gas empezaron a bajar a 8 millones de metros cúbicos día (MMmcd), y hasta el 30 del mismo mes la cifra cerró con 6,8 MMmcd.
La razón obedece a un aumento de la producción interna de Argentina, que de octubre de 2017 con 124 MMmcd a similar mes en 2018 subió 7 por ciento, es decir 132 MMmcd, interanual, según el portal digital de www.argentina.gob.ar.
La página explica que el shale gas (gas de esquisto) subió en 243 por ciento, que alcanzó la producción de 25 MMmcd, entre octubre de 2017 al mismo mes de 2018, mientras la producción convencional fue del 38 por ciento, 11 por ciento más respecto a septiembre.