Linchamientos por falta de seguridad

Los crímenes cometidos en nombre de “la justicia por las propias manos”, los asesinatos de mujeres, las violaciones, los asaltos a entidades comerciales y bancarias, los abusos con amenaza de armas cortantes o de fuego para apropiarse de celulares o vehículos y muchos otros hechos delictivos han aumentado de manera alarmante en el país. El caso de los linchamientos tiende a reproducirse casi permanentemente; así se tiene casos como: “Una turba de pobladores mató a pedradas a dos jóvenes en Uncía; un ciudadano brasileño fue victimado por una enardecida multitud que lo acusó de haber robado; recientemente en la ciudad de El Alto hubo dos hechos de violencia que cobró la vida de una persona e hirió a otra”. Los casos presentados muestran cómo no se vacila en atentar contra las vidas de las personas.

Los linchamientos “por robos o abusos cometidos por personas que llegan a cualquier poblado” son muchos y se ha comprobado casos en los que actúo la “justicia popular” -seguramente ante la desidia e incapacidad de los estratos judiciales y la poca acción policial-; muchas personas han sido linchadas en los últimos años por haber sido “encontradas cometiendo algún delito y, como se ‘comprobó’, el hecho ‘in-fraganti’ correspondía el linchamiento para sentar precedentes y evitar nuevos delitos que atenten contra el pueblo”; éste y otros pretextos menudean cuando turbas enardecidas “hacen justicia por propia mano”.

El presidente del Colegio de Abogados de La Paz, ante la proliferación de linchamientos y crímenes, dijo: “Lamentablemente no se trabaja en prevención, esta deficiencia genera mayor delincuencia y hace que repercuta negativamente en la sociedad. El alto índice de pobreza y la falta de empleo hacen que muchas personas se dediquen a delinquir y lo vean como alternativa para conseguir recursos económicos. Se necesita un trabajo muy operativo de parte de la Policía, porque es su función, pero además una parte coadyuvante por parte del gobierno con inversión económica” (ED 22-XI-18).

La pobreza, el alcoholismo, la prostitución -de personas y de valores morales-, la carencia de empleo y el narcotráfico dan lugar a la presencia de delincuentes en el país, muchos de ellos de nacionalidad extranjera que, avezados en la criminalidad, invaden nuestro territorio y “entrenan” personal para coadyuvar a su nefasta labor. Pero, en general, debido a que los cuadros policiales actúan particularmente para apoyar las actividades que representan los intereses del MAS, dejan abandonadas sus labores de vigilancia y control de las ciudades, lo que da a lugar a la consumación de los delitos y la falta de protección a la sociedad.

Por otra parte, aunque se dice que hay 37 mil policías diseminados en todo el país; seguramente se requiere de más personal y sobre todo de apoyo técnico-logístico que les permita realizar labores más completas y efectivas. El gobierno tendría que hacer las inversiones necesarias para reforzar los cuadros policiales con miras a evitar tanto delito que tiende a propagarse en todo el país.