Ganó 3-1 a Boca
Boca se defendió como pudo hasta llegar al desenlace del cotejo que le fue fatídico
El plantel argentino River Plate se proclamó ayer campeón de la Copa Libertadores en la final disputada en el Santiago Bernabéu, en Madrid. El conjunto de los Millonarios se impuso a su eterno rival, Boca Juniors, en un duelo marcado por la enorme igualdad, que provocó que se llegara hasta el tiempo añadido para decidir el ganador. Quintero sacó un obús para poner el 2-1 y Martínez hizo el tercero sin portero.
Boca golpeó primero gracias a una rápida acción de Benedetto, que se marchó por velocidad y logró superar a Armani en el mano a mano. Un tanto que llegó en el último minuto antes del descanso y que podía significar un duro revés para River Plate.
Empero, el partido se volvió a igualar en la segunda parte con un River que siguió fiel a sus señas de identidad, tratando de jugar con criterio la pelota. De esta manera, en una acción combinativa, el ‘Oso’ Pratto culminó una muy buena acción colectiva para poner las tablas en el marcador.
El marcador no se movió más y se llegó a la prórroga, donde Boca Juniors se quedó pronto con diez futbolistas por la justa expulsión de Barrios. La dureza fue la nota dominante en muchas fases y una expulsión parecía inevitable.
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